Un importante procedimiento de control realizado por Gendarmería en el Complejo Penitenciario de Antofagasta permitió desbaratar un intento de ingreso de una gran cantidad de elementos prohibidos, incluyendo 14 teléfonos celulares y dinero en efectivo. El involucrado es un trabajador de la empresa Sodexo, de 30 años. Ante esto, la detección se produjo durante un control rutinario al ingreso del recinto, cuando un funcionario de Gendarmería notó una anomalía en un vehículo de trabajo conducido por el empleado de la concesionaria. Tras una revisión exhaustiva, se descubrió que bajo el asiento del copiloto, específicamente en el compartimento de la batería, el sujeto ocultaba cuatro teléfonos celulares, junto a chips, cables de carga, baterías y hasta dos pantallas de repuesto para los equipos. Una vez informado el hecho a las jefaturas, y con la anuencia del trabajador, se procedió a revisar su casillero personal. Allí, los funcionarios de Gendarmería hallaron una cantidad aún mayor de elementos ilícitos: diez teléfonos celulares adicionales, cargadores, manos libres y la suma de un millón ochenta y dos mil pesos ($1.082.000) en efectivo. Asimismo, el jefe del Complejo Penitenciario de Antofagasta, coronel Alex Meza, destacó la efectividad de los controles permanentes: “Este tipo de situaciones nos invita a seguir reforzando los controles, algo que se viene haciendo de forma permanente en las Unidades Penales y donde como Gendarmería, estamos de forma constante buscando métodos de revisión, que nos permitan ser más efectivos a la hora de detectar estos elementos prohibidos que son tratados de ingresar hasta los recintos. La tarea es todos los días, no nos detenemos ni un segundo en el trabajo que realizamos para mantener el control de las unidades, combatiendo la corrupción y el crimen organizado”, señaló. Finalmente, el trabajador fue formalizado por infracción a la Ley N° 21.594, normativa que prohíbe el ingreso de celulares y elementos de telecomunicación a los recintos penales, estableciendo penas de presidio para los infractores y sancionando incluso a funcionarios públicos que omitan la denuncia de su existencia.
Una efectiva coordinación entre la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) Antofagasta de la PDI y Gendarmería de Chile permitió desarticular un intento de ingreso de drogas al Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de la capital regional. El procedimiento se originó gracias a la vigilancia de Gendarmería, que mediante el sistema de circuito cerrado de televisión (CCTV), detectó la sospechosa entrega de un paquete de parte de una visitante a un interno. Tras la revisión física del objeto, se confirmó la presencia de sustancias ilícitas: 5,02 gramos de ketamina y 78,63 gramos de cannabis, distribuidas en bolsas. De inmediato, se activó el protocolo de colaboración con la Brianco PDI, cuyos detectives se trasladaron al lugar para establecer la flagrancia del delito. La mujer fue detenida por microtráfico de drogas y puesta a disposición del Ministerio Público. Tras la audiencia de control de detención, el tribunal decretó la prisión preventiva de la imputada por considerarse un peligro para la seguridad de la sociedad, fijándose un plazo de 100 días para la investigación. Las sustancias incautadas fueron remitidas al Servicio de Salud de Antofagasta. Finalmente, este operativo subraya el trabajo conjunto entre ambas instituciones, fundamental para fortalecer la seguridad y evitar el ingreso de elementos prohibidos al interior de los recintos penitenciarios.
En los próximos días serán habilitados dos módulos de Máxima Seguridad en el Complejo Penitenciario de Antofagasta, con capacidad para 100 internos considerados de alto compromiso delictual. Cada uno permanecerá en celdas individuales y bajo un estricto régimen, similar al aplicado desde hace un año en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (REPAS) en Santiago. Con esta medida, Antofagasta se convertirá en la segunda región del país en contar con un sistema diseñado bajo estándares de máxima seguridad, orientado a la custodia de líderes y miembros de bandas de crimen organizado. Los internos deberán usar uniforme institucional y tendrán un régimen de visitas restringido mediante locutorio, sin contacto físico. El anuncio fue realizado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, junto al director nacional de Gendarmería, Rubén Pérez Riquelme, tras inspeccionar el avance de las obras. El poblamiento de los módulos será gradual. El ministro Gajardo enfatizó que el objetivo es impedir que, como ha ocurrido en otros países de la región, las bandas criminales se fortalezcan desde el interior de las cárceles. “Una vez que los líderes estén en prisión, debemos separarlos, cortar su contacto con el exterior y evitar que sigan operando”, señaló. Por su parte, Rubén Pérez explicó que se aplicará un régimen de control riguroso, con protocolos estratégicos que no pueden detallarse públicamente, pero que consideran un modelo replicable en otras regiones. El sistema incluye celdas monitoreadas 24 horas con circuito cerrado de televisión, control de encomiendas, calendarización de lavandería institucional, limitación de salidas a patio y atención psicosocial y de salud periódica. Durante la visita, participaron también la seremi de Justicia de Antofagasta, Trissy Figueroa, y el director regional de Gendarmería, coronel Rodrigo Salinas Robles, quienes destacaron que la iniciativa forma parte del esfuerzo nacional por reforzar la seguridad pública y contener la influencia del crimen organizado desde los recintos penitenciarios.
En un esfuerzo por combatir el crimen organizado al interior de los recintos penitenciarios, Gendarmería de Chile, en el marco del Plan Nacional contra el Crimen Organizado, realizó un masivo operativo de allanamiento en ocho cárceles del norte del país. La acción, que contó con la presencia del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, y otras autoridades regionales y de la institución, se centró en los complejos penitenciarios de Arica, Alto Hospicio y Antofagasta, además de otros centros de detención en Iquique, Calama, Tocopilla y Taltal. El operativo, que movilizó a más de 800 funcionarios, permitió registrar a 6.932 personas privadas de libertad y decomisar 38 teléfonos celulares, 44 litros de licor artesanal, 952 kilogramos de sustancias ilícitas y 209 armas blancas. Según el ministro Gajardo, este tipo de procedimientos, que se implementan desde 2022, se están perfeccionando con allanamientos más exhaustivos y focalizados por zonas. Además de los resultados del operativo, las autoridades presentaron un vehículo blindado de alta seguridad destinado al traslado de reclusos de alto riesgo en las ciudades de Antofagasta e Iquique. Este tipo de automóvil, que ya opera en Valparaíso y próximamente llegará a Arica y La Serena, cuenta con tracción 4x4, blindaje táctico de 360 grados y monitoreo permanente a través de GPS, lo que garantiza la seguridad en los desplazamientos. Finalmente, en la región de Antofagasta, los allanamientos en las cinco unidades penales resultaron en la incautación de 71 armas blancas, 12 celulares y diversas sustancias ilícitas. Más de 260 funcionarios participaron en el registro de cerca de 2.000 internos, confirmando el compromiso de la institución con el fortalecimiento de la seguridad en los centros penitenciarios del país.
Quince mujeres, usuarias del Centro de Reinserción Social de Antofagasta, completaron el programaFamilia y Pareja de Gendarmería, una iniciativa diseñada para entregarles herramientas y así evitar la reincidencia delictual. Este taller se realizó por primera vez en la comuna, con el objetivo de ayudarlas a construir un camino prosocial y sostenible. El programa, que se extendió por tres meses, se centró en la problemática de la influencia familiar y de pareja en la comisión de delitos. Las participantes, que cumplen penas de Libertad Vigilada Intensiva, aprendieron a identificar y distanciarse de las personas y entornos negativos. Además, se les enseñó a apoyarse en círculos virtuosos para consolidar su proceso de reinserción. Ana, una de las beneficiarias del programa, destacó el impacto positivo del taller.Nos ayudaron mucho. Varias teníamos problemas familiares y sentimentales, y siempre nos orientaron. Nos ayudó a unirnos y aprendimos a alejarnos de lo procriminal. Varias hemos tenido cambios y ahora sabemos que cuando hay un problema, nos alejamos y ya no tenemos a los amigos que teníamos antes, comentó. Ante esto, la ceremonia de certificación contó con la presencia de la seremi de Gobierno, Paulina Larrondo, y el director regional de Gendarmería, Rodrigo Salinas Robles. Miguel Bravo, jefe del Centro de Reinserción Social, resaltó la importancia del compromiso de las usuarias.Es fundamental que cada una comprenda que el camino hacia el futuro lo construimos entre todos. Sabemos que no es simple, pero estamos seguros de que se puede lograr, afirmó. Finalmente, la alta asistencia y el compromiso de las participantes demostraron el éxito de este primer taller, que abre un camino de esperanza para la reinserción social de estas mujeres en la región.
Un importante procedimiento de control realizado por Gendarmería en el Complejo Penitenciario de Antofagasta permitió desbaratar un intento de ingreso de una gran cantidad de elementos prohibidos, incluyendo 14 teléfonos celulares y dinero en efectivo. El involucrado es un trabajador de la empresa Sodexo, de 30 años. Ante esto, la detección se produjo durante un control rutinario al ingreso del recinto, cuando un funcionario de Gendarmería notó una anomalía en un vehículo de trabajo conducido por el empleado de la concesionaria. Tras una revisión exhaustiva, se descubrió que bajo el asiento del copiloto, específicamente en el compartimento de la batería, el sujeto ocultaba cuatro teléfonos celulares, junto a chips, cables de carga, baterías y hasta dos pantallas de repuesto para los equipos. Una vez informado el hecho a las jefaturas, y con la anuencia del trabajador, se procedió a revisar su casillero personal. Allí, los funcionarios de Gendarmería hallaron una cantidad aún mayor de elementos ilícitos: diez teléfonos celulares adicionales, cargadores, manos libres y la suma de un millón ochenta y dos mil pesos ($1.082.000) en efectivo. Asimismo, el jefe del Complejo Penitenciario de Antofagasta, coronel Alex Meza, destacó la efectividad de los controles permanentes: “Este tipo de situaciones nos invita a seguir reforzando los controles, algo que se viene haciendo de forma permanente en las Unidades Penales y donde como Gendarmería, estamos de forma constante buscando métodos de revisión, que nos permitan ser más efectivos a la hora de detectar estos elementos prohibidos que son tratados de ingresar hasta los recintos. La tarea es todos los días, no nos detenemos ni un segundo en el trabajo que realizamos para mantener el control de las unidades, combatiendo la corrupción y el crimen organizado”, señaló. Finalmente, el trabajador fue formalizado por infracción a la Ley N° 21.594, normativa que prohíbe el ingreso de celulares y elementos de telecomunicación a los recintos penales, estableciendo penas de presidio para los infractores y sancionando incluso a funcionarios públicos que omitan la denuncia de su existencia.
Una efectiva coordinación entre la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) Antofagasta de la PDI y Gendarmería de Chile permitió desarticular un intento de ingreso de drogas al Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de la capital regional. El procedimiento se originó gracias a la vigilancia de Gendarmería, que mediante el sistema de circuito cerrado de televisión (CCTV), detectó la sospechosa entrega de un paquete de parte de una visitante a un interno. Tras la revisión física del objeto, se confirmó la presencia de sustancias ilícitas: 5,02 gramos de ketamina y 78,63 gramos de cannabis, distribuidas en bolsas. De inmediato, se activó el protocolo de colaboración con la Brianco PDI, cuyos detectives se trasladaron al lugar para establecer la flagrancia del delito. La mujer fue detenida por microtráfico de drogas y puesta a disposición del Ministerio Público. Tras la audiencia de control de detención, el tribunal decretó la prisión preventiva de la imputada por considerarse un peligro para la seguridad de la sociedad, fijándose un plazo de 100 días para la investigación. Las sustancias incautadas fueron remitidas al Servicio de Salud de Antofagasta. Finalmente, este operativo subraya el trabajo conjunto entre ambas instituciones, fundamental para fortalecer la seguridad y evitar el ingreso de elementos prohibidos al interior de los recintos penitenciarios.
En los próximos días serán habilitados dos módulos de Máxima Seguridad en el Complejo Penitenciario de Antofagasta, con capacidad para 100 internos considerados de alto compromiso delictual. Cada uno permanecerá en celdas individuales y bajo un estricto régimen, similar al aplicado desde hace un año en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (REPAS) en Santiago. Con esta medida, Antofagasta se convertirá en la segunda región del país en contar con un sistema diseñado bajo estándares de máxima seguridad, orientado a la custodia de líderes y miembros de bandas de crimen organizado. Los internos deberán usar uniforme institucional y tendrán un régimen de visitas restringido mediante locutorio, sin contacto físico. El anuncio fue realizado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, junto al director nacional de Gendarmería, Rubén Pérez Riquelme, tras inspeccionar el avance de las obras. El poblamiento de los módulos será gradual. El ministro Gajardo enfatizó que el objetivo es impedir que, como ha ocurrido en otros países de la región, las bandas criminales se fortalezcan desde el interior de las cárceles. “Una vez que los líderes estén en prisión, debemos separarlos, cortar su contacto con el exterior y evitar que sigan operando”, señaló. Por su parte, Rubén Pérez explicó que se aplicará un régimen de control riguroso, con protocolos estratégicos que no pueden detallarse públicamente, pero que consideran un modelo replicable en otras regiones. El sistema incluye celdas monitoreadas 24 horas con circuito cerrado de televisión, control de encomiendas, calendarización de lavandería institucional, limitación de salidas a patio y atención psicosocial y de salud periódica. Durante la visita, participaron también la seremi de Justicia de Antofagasta, Trissy Figueroa, y el director regional de Gendarmería, coronel Rodrigo Salinas Robles, quienes destacaron que la iniciativa forma parte del esfuerzo nacional por reforzar la seguridad pública y contener la influencia del crimen organizado desde los recintos penitenciarios.
En un esfuerzo por combatir el crimen organizado al interior de los recintos penitenciarios, Gendarmería de Chile, en el marco del Plan Nacional contra el Crimen Organizado, realizó un masivo operativo de allanamiento en ocho cárceles del norte del país. La acción, que contó con la presencia del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, y otras autoridades regionales y de la institución, se centró en los complejos penitenciarios de Arica, Alto Hospicio y Antofagasta, además de otros centros de detención en Iquique, Calama, Tocopilla y Taltal. El operativo, que movilizó a más de 800 funcionarios, permitió registrar a 6.932 personas privadas de libertad y decomisar 38 teléfonos celulares, 44 litros de licor artesanal, 952 kilogramos de sustancias ilícitas y 209 armas blancas. Según el ministro Gajardo, este tipo de procedimientos, que se implementan desde 2022, se están perfeccionando con allanamientos más exhaustivos y focalizados por zonas. Además de los resultados del operativo, las autoridades presentaron un vehículo blindado de alta seguridad destinado al traslado de reclusos de alto riesgo en las ciudades de Antofagasta e Iquique. Este tipo de automóvil, que ya opera en Valparaíso y próximamente llegará a Arica y La Serena, cuenta con tracción 4x4, blindaje táctico de 360 grados y monitoreo permanente a través de GPS, lo que garantiza la seguridad en los desplazamientos. Finalmente, en la región de Antofagasta, los allanamientos en las cinco unidades penales resultaron en la incautación de 71 armas blancas, 12 celulares y diversas sustancias ilícitas. Más de 260 funcionarios participaron en el registro de cerca de 2.000 internos, confirmando el compromiso de la institución con el fortalecimiento de la seguridad en los centros penitenciarios del país.
Quince mujeres, usuarias del Centro de Reinserción Social de Antofagasta, completaron el programaFamilia y Pareja de Gendarmería, una iniciativa diseñada para entregarles herramientas y así evitar la reincidencia delictual. Este taller se realizó por primera vez en la comuna, con el objetivo de ayudarlas a construir un camino prosocial y sostenible. El programa, que se extendió por tres meses, se centró en la problemática de la influencia familiar y de pareja en la comisión de delitos. Las participantes, que cumplen penas de Libertad Vigilada Intensiva, aprendieron a identificar y distanciarse de las personas y entornos negativos. Además, se les enseñó a apoyarse en círculos virtuosos para consolidar su proceso de reinserción. Ana, una de las beneficiarias del programa, destacó el impacto positivo del taller.Nos ayudaron mucho. Varias teníamos problemas familiares y sentimentales, y siempre nos orientaron. Nos ayudó a unirnos y aprendimos a alejarnos de lo procriminal. Varias hemos tenido cambios y ahora sabemos que cuando hay un problema, nos alejamos y ya no tenemos a los amigos que teníamos antes, comentó. Ante esto, la ceremonia de certificación contó con la presencia de la seremi de Gobierno, Paulina Larrondo, y el director regional de Gendarmería, Rodrigo Salinas Robles. Miguel Bravo, jefe del Centro de Reinserción Social, resaltó la importancia del compromiso de las usuarias.Es fundamental que cada una comprenda que el camino hacia el futuro lo construimos entre todos. Sabemos que no es simple, pero estamos seguros de que se puede lograr, afirmó. Finalmente, la alta asistencia y el compromiso de las participantes demostraron el éxito de este primer taller, que abre un camino de esperanza para la reinserción social de estas mujeres en la región.