Los geoglifos del norte de Chile vuelven a encender las alarmas del mundo académico y patrimonial. Esta vez, el foco está puesto en los Geoglifos de Talabre, ubicados en la Región de Antofagasta, cerca de Calama, cuya fallida “restauración” —financiada por la minera estatal Codelco en 2019— fue duramente cuestionada por un grupo de especialistas en una reciente publicación internacional. El estudio, difundido en la revista científica Rock Art Research, fue elaborado por Gonzalo Pimentel, Mariana Ugarte, Juan Gli, Javier Arévalo y Claudia Montero Poblete, integrantes de la Fundación Desierto de Atacama, organización que por más de una década ha investigado y difundido el patrimonio del Desierto de Atacama. Según los autores, la intervención realizada por la empresa minera alteró gravemente la morfología original de las figuras, generando un daño patrimonial que califican como comparable al “Ecce Homo de Borja”, símbolo mundial de restauraciones mal ejecutadas. El Geoglifo de Talabre representa una figura humana central de 17 metros de altura, atribuida al Período Formativo, entre 3.000 y 1.600 años de antigüedad, acompañada por otras figuras antropomórficas agregadas siglos después. Estas imágenes habrían servido como hitos visuales para las rutas caravaneras prehispánicas, visibles desde antiguos senderos del desierto. Sin embargo, la expansión extractiva moderna transformó radicalmente su entorno. La antigua laguna y salar de Talabre pasó a convertirse en un tranque de relaves de gran escala, administrado por Codelco. A pesar de ello, los geoglifos sobrevivieron durante décadas, aunque con marcas provocadas por el tránsito de vehículos pesados. La denominada “puesta en valor” anunciada por la minera en 2019 terminó, según el estudio, modificando rasgos esenciales de las figuras: brazos reubicados, vestimentas alteradas, báculos integrados erróneamente al cuerpo y hasta la desaparición de cabezas completas en algunas representaciones. Cambios que, para los investigadores, desvirtúan el sentido histórico y simbólico de este patrimonio ancestral. Los autores cuestionan que una empresa con acceso a tecnología de alta precisión haya ejecutado una intervención sin los estándares adecuados, dejando —según señalan— “un atentado patrimonial para la posteridad”. El caso reabre el debate sobre la protección efectiva del patrimonio arqueológico del norte de Chile y la urgente necesidad de protocolos rigurosos, fiscalización independiente y responsabilidad institucional en territorios sometidos a fuerte presión extractiva. El estudio concluye con una advertencia clara: sin una gestión seria y respetuosa del patrimonio, testimonios milenarios como los Geoglifos de Talabre podrían perderse definitivamente para las futuras generaciones.
Las exportaciones de la Región de Antofagasta registraron un sólido desempeño durante octubre de 2025, alcanzando los US$4.364,6 millones, lo que representa un crecimiento interanual de 20,1% en comparación con igual mes de 2024. Pese a este positivo resultado, la región experimentó una leve baja de 0,7 puntos porcentuales en su participación nacional respecto de meses anteriores. A nivel sectorial, la Minería continúa siendo el principal motor exportador de la región, concentrando el 96,7% del total exportado, aunque con una disminución de 1,4 puntos porcentuales en doce meses. Dentro de este sector, el subsector más relevante es Cobre y Hierro, que aporta el 84,5% del total regional y registró un aumento de 1,0 punto porcentual en relación con octubre del año pasado. La Industria, en tanto, representó el 3,2% de las exportaciones regionales y mostró un importante crecimiento interanual de 116,7%. Este incremento estuvo impulsado principalmente por Productos Químicos Básicos, que anotaron un alza de 94,0%, además de Material de Transporte y Refinación de Petróleo y productos derivados, con variaciones excepcionales. En contraste, algunos rubros industriales presentaron incidencias negativas, entre ellos Productos Químicos Preparados (-65,5%), Productos Metálicos (-34,0%) e Industrias Básicas de Hierro y Acero (-33,8%). Desde el punto de vista de los destinos, Asia se consolidó como el principal continente receptor de las exportaciones regionales, concentrando el 66,9% del total, con un crecimiento interanual de 20,1%. China lideró ampliamente como país de destino, absorbiendo el 51,5% de los envíos, equivalentes a US$2.248,4 millones. En términos de actividades económicas, la Minería del Cobre y Hierro fue la más relevante del mes, seguida por Minería No Metálica y Productos Químicos Básicos. A nivel acumulado, las cifras confirman el rol estratégico de Antofagasta como eje exportador del país, especialmente en un contexto de precios favorables del cobre y una creciente demanda desde los mercados asiáticos.
Con casi la totalidad de las mesas escrutadas, José Antonio Kast se proclamó como el ganador de la Segunda Vuelta Presidencial, con 7.254.850 votos correspondientes al 41,84%, frente a los 5.218.444 votos que consiguió la candidata Jeannette Jara, que se quedó con el 41,84%. En el caso de la Región de Antofagasta, el candidato del Partido Republicano se quedó con las comunas de Antofagasta, Calama, Tocopilla, Taltal, Ollagüe y Sierra Gorda. En tanto, la abanderada del Partido Comunista se quedó con María Elena, con 1.408 votos (50,47%); Mejillones con 4.151 sufragios (51,42%) y San Pedro de Atacama con 3.038 votos (50,68%). En este escenario, a nivel regional, José Antonio Kast se quedó con 206.996 votos, equivalentes al 56,78% de los sufragios, mientras que Jeannette Jara alcanzó los 157.572 votos, lo que se traduce en el 43,22% de las preferencias.
La Comisión de Evaluación (Coeva) de Antofagasta, aprobó por unanimidad el primer proyecto de amoníaco verde a escala industrial en Chile, el que tendrá una inversión que asciende a los US$2.500 millones y estará ubicada en la comuna de Mejillones. El proyecto Volta, impulsado por Mejillones Ammonia Energy (MAE), consiste en la construcción y posterior operación de una planta industrial de producción de amoníaco a partir de hidrógeno verde (Planta H2V/NH3), que tendrá una capacidad de producción nominal de 620.000 toneladas anuales de amoníaco. Al respecto, el biministro de Economía, Fomento y Turismo y Energía, Álvaro García, destacó que: Este proyecto demuestra que es posible avanzar en inversiones de gran escala con altos estándares ambientales, generando empleo, encadenamientos productivos y aportando a la diversificación de nuestra matriz productiva y exportadora. Es una señal concreta de confianza en Chile y en el trabajo que estamos impulsando para compatibilizar crecimiento económico, desarrollo territorial y transición energética. La producción se realizará en dos fases, iniciando con la mitad de la capacidad total de producción para aumentar la totalidad en una segunda etapa. La primera, tendrá una duración de 26 meses y la segunda de 27 meses, y la fase de operaciones se extenderá por 50 años. En tanto, respecto a la producción de hidrógeno, el proyecto contempla la instalación de dos trenes de electrolizadores, cada uno con una capacidad de producción de 55.000 toneladas anuale s; unidades que estarán vinculadas a las fases de producción de amoníaco, alcanzando una producción total de 110.000 toneladas anuales de hidrógeno. La planta estará ubicada a 8 kilómetros del centro de la comuna de Mejillones en dirección a su acceso norte y además, el suministro eléctrico será impulsado por un parque fotovoltaico de 600 MW, complementado con conexión a la red y sistemas de almacenamiento en baterías. Finalmente, se proyecta que a plena capacidad, la planta permitirá evitar la emisión de más de un millón de toneladas de CO2 al año, equivalente a la contaminación generada por más de 200.000 vehículos de combustión interna a lo largo de un año.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), junto al Ministerio de Minería, presentó una histórica proyección: la Cartera de Inversiones Mineras 2025–2034 alcanzará un récord de US$104.549 millones, la cifra más alta desde que existe registro en 2015. El monto refleja un aumento del 25% respecto del periodo anterior, equivalente a US$21.369 millones adicionales, impulsado por la fuerte demanda internacional y el sostenido repunte de los precios del cobre. La ministra de Minería, Aurora Williams, destacó que este escenario “demuestra confianza en el país y en la capacidad del sector para avanzar hacia una minería moderna, sostenible y competitiva”. Según Cochilco, el crecimiento se explica por proyectos de reposición y ampliación de capacidad en faenas de cobre, así como por nuevas iniciativas en minerales estratégicos como el litio y el hierro. Entre los desarrollos clave figuran la nueva concentradora de Rosario en Collahuasi y la nueva concentradora Los Colorados en Escondida, ambas en fase de prefactibilidad. Pese a ello, las compañías las consideran determinantes para asegurar continuidad operativa en el largo plazo. A nivel territorial, la Región de Antofagasta mantiene su liderazgo como polo minero con una inversión proyectada de US$40 mil millones, seguida por Tarapacá y Atacama, con US$10 mil millones y US$14 mil millones, respectivamente. Esta última destaca por iniciativas de cobre que suman US$4.700 millones. En cuanto al litio, Cochilco estima que la inversión alcanzará los US$4.700 millones hacia 2025, impulsada por proyectos como Salares Altoandinos —desarrollado por ENAMI y Rio Tinto— y nuevas iniciativas en el Salar de Maricunga, consolidando el mineral como un componente estratégico en la transición energética global. Del total de la cartera, el 41% corresponde a proyectos base con alto grado de certeza; un 40% son potenciales, sujetos a definiciones técnicas, ambientales o financieras; y el 19% restante corresponde a iniciativas probables o posibles. Asimismo, los proyectos brownfield dominan la estructura con un 64%, mientras que los greenfield representan el 19%. Cochilco precisa que antes de 2025 ya se han materializado inversiones por US$11 mil millones, quedando US$29 mil millones por ejecutar. Entre 2025 y 2029 se proyectan US$11 mil millones adicionales solo en cobre, mientras que el quinquenio 2030–2034 concentra el mayor impulso, con US$44 mil millones en iniciativas de cobre, litio y otros minerales. La ministra Williams adelantó que entre 2026 y 2030 se espera que ingresen inversiones por entre US$38 mil millones y US$40 mil millones, reforzando la relevancia del sector como motor económico y estratégico para el futuro del país.
Los geoglifos del norte de Chile vuelven a encender las alarmas del mundo académico y patrimonial. Esta vez, el foco está puesto en los Geoglifos de Talabre, ubicados en la Región de Antofagasta, cerca de Calama, cuya fallida “restauración” —financiada por la minera estatal Codelco en 2019— fue duramente cuestionada por un grupo de especialistas en una reciente publicación internacional. El estudio, difundido en la revista científica Rock Art Research, fue elaborado por Gonzalo Pimentel, Mariana Ugarte, Juan Gli, Javier Arévalo y Claudia Montero Poblete, integrantes de la Fundación Desierto de Atacama, organización que por más de una década ha investigado y difundido el patrimonio del Desierto de Atacama. Según los autores, la intervención realizada por la empresa minera alteró gravemente la morfología original de las figuras, generando un daño patrimonial que califican como comparable al “Ecce Homo de Borja”, símbolo mundial de restauraciones mal ejecutadas. El Geoglifo de Talabre representa una figura humana central de 17 metros de altura, atribuida al Período Formativo, entre 3.000 y 1.600 años de antigüedad, acompañada por otras figuras antropomórficas agregadas siglos después. Estas imágenes habrían servido como hitos visuales para las rutas caravaneras prehispánicas, visibles desde antiguos senderos del desierto. Sin embargo, la expansión extractiva moderna transformó radicalmente su entorno. La antigua laguna y salar de Talabre pasó a convertirse en un tranque de relaves de gran escala, administrado por Codelco. A pesar de ello, los geoglifos sobrevivieron durante décadas, aunque con marcas provocadas por el tránsito de vehículos pesados. La denominada “puesta en valor” anunciada por la minera en 2019 terminó, según el estudio, modificando rasgos esenciales de las figuras: brazos reubicados, vestimentas alteradas, báculos integrados erróneamente al cuerpo y hasta la desaparición de cabezas completas en algunas representaciones. Cambios que, para los investigadores, desvirtúan el sentido histórico y simbólico de este patrimonio ancestral. Los autores cuestionan que una empresa con acceso a tecnología de alta precisión haya ejecutado una intervención sin los estándares adecuados, dejando —según señalan— “un atentado patrimonial para la posteridad”. El caso reabre el debate sobre la protección efectiva del patrimonio arqueológico del norte de Chile y la urgente necesidad de protocolos rigurosos, fiscalización independiente y responsabilidad institucional en territorios sometidos a fuerte presión extractiva. El estudio concluye con una advertencia clara: sin una gestión seria y respetuosa del patrimonio, testimonios milenarios como los Geoglifos de Talabre podrían perderse definitivamente para las futuras generaciones.
Las exportaciones de la Región de Antofagasta registraron un sólido desempeño durante octubre de 2025, alcanzando los US$4.364,6 millones, lo que representa un crecimiento interanual de 20,1% en comparación con igual mes de 2024. Pese a este positivo resultado, la región experimentó una leve baja de 0,7 puntos porcentuales en su participación nacional respecto de meses anteriores. A nivel sectorial, la Minería continúa siendo el principal motor exportador de la región, concentrando el 96,7% del total exportado, aunque con una disminución de 1,4 puntos porcentuales en doce meses. Dentro de este sector, el subsector más relevante es Cobre y Hierro, que aporta el 84,5% del total regional y registró un aumento de 1,0 punto porcentual en relación con octubre del año pasado. La Industria, en tanto, representó el 3,2% de las exportaciones regionales y mostró un importante crecimiento interanual de 116,7%. Este incremento estuvo impulsado principalmente por Productos Químicos Básicos, que anotaron un alza de 94,0%, además de Material de Transporte y Refinación de Petróleo y productos derivados, con variaciones excepcionales. En contraste, algunos rubros industriales presentaron incidencias negativas, entre ellos Productos Químicos Preparados (-65,5%), Productos Metálicos (-34,0%) e Industrias Básicas de Hierro y Acero (-33,8%). Desde el punto de vista de los destinos, Asia se consolidó como el principal continente receptor de las exportaciones regionales, concentrando el 66,9% del total, con un crecimiento interanual de 20,1%. China lideró ampliamente como país de destino, absorbiendo el 51,5% de los envíos, equivalentes a US$2.248,4 millones. En términos de actividades económicas, la Minería del Cobre y Hierro fue la más relevante del mes, seguida por Minería No Metálica y Productos Químicos Básicos. A nivel acumulado, las cifras confirman el rol estratégico de Antofagasta como eje exportador del país, especialmente en un contexto de precios favorables del cobre y una creciente demanda desde los mercados asiáticos.
Con casi la totalidad de las mesas escrutadas, José Antonio Kast se proclamó como el ganador de la Segunda Vuelta Presidencial, con 7.254.850 votos correspondientes al 41,84%, frente a los 5.218.444 votos que consiguió la candidata Jeannette Jara, que se quedó con el 41,84%. En el caso de la Región de Antofagasta, el candidato del Partido Republicano se quedó con las comunas de Antofagasta, Calama, Tocopilla, Taltal, Ollagüe y Sierra Gorda. En tanto, la abanderada del Partido Comunista se quedó con María Elena, con 1.408 votos (50,47%); Mejillones con 4.151 sufragios (51,42%) y San Pedro de Atacama con 3.038 votos (50,68%). En este escenario, a nivel regional, José Antonio Kast se quedó con 206.996 votos, equivalentes al 56,78% de los sufragios, mientras que Jeannette Jara alcanzó los 157.572 votos, lo que se traduce en el 43,22% de las preferencias.
La Comisión de Evaluación (Coeva) de Antofagasta, aprobó por unanimidad el primer proyecto de amoníaco verde a escala industrial en Chile, el que tendrá una inversión que asciende a los US$2.500 millones y estará ubicada en la comuna de Mejillones. El proyecto Volta, impulsado por Mejillones Ammonia Energy (MAE), consiste en la construcción y posterior operación de una planta industrial de producción de amoníaco a partir de hidrógeno verde (Planta H2V/NH3), que tendrá una capacidad de producción nominal de 620.000 toneladas anuales de amoníaco. Al respecto, el biministro de Economía, Fomento y Turismo y Energía, Álvaro García, destacó que: Este proyecto demuestra que es posible avanzar en inversiones de gran escala con altos estándares ambientales, generando empleo, encadenamientos productivos y aportando a la diversificación de nuestra matriz productiva y exportadora. Es una señal concreta de confianza en Chile y en el trabajo que estamos impulsando para compatibilizar crecimiento económico, desarrollo territorial y transición energética. La producción se realizará en dos fases, iniciando con la mitad de la capacidad total de producción para aumentar la totalidad en una segunda etapa. La primera, tendrá una duración de 26 meses y la segunda de 27 meses, y la fase de operaciones se extenderá por 50 años. En tanto, respecto a la producción de hidrógeno, el proyecto contempla la instalación de dos trenes de electrolizadores, cada uno con una capacidad de producción de 55.000 toneladas anuale s; unidades que estarán vinculadas a las fases de producción de amoníaco, alcanzando una producción total de 110.000 toneladas anuales de hidrógeno. La planta estará ubicada a 8 kilómetros del centro de la comuna de Mejillones en dirección a su acceso norte y además, el suministro eléctrico será impulsado por un parque fotovoltaico de 600 MW, complementado con conexión a la red y sistemas de almacenamiento en baterías. Finalmente, se proyecta que a plena capacidad, la planta permitirá evitar la emisión de más de un millón de toneladas de CO2 al año, equivalente a la contaminación generada por más de 200.000 vehículos de combustión interna a lo largo de un año.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), junto al Ministerio de Minería, presentó una histórica proyección: la Cartera de Inversiones Mineras 2025–2034 alcanzará un récord de US$104.549 millones, la cifra más alta desde que existe registro en 2015. El monto refleja un aumento del 25% respecto del periodo anterior, equivalente a US$21.369 millones adicionales, impulsado por la fuerte demanda internacional y el sostenido repunte de los precios del cobre. La ministra de Minería, Aurora Williams, destacó que este escenario “demuestra confianza en el país y en la capacidad del sector para avanzar hacia una minería moderna, sostenible y competitiva”. Según Cochilco, el crecimiento se explica por proyectos de reposición y ampliación de capacidad en faenas de cobre, así como por nuevas iniciativas en minerales estratégicos como el litio y el hierro. Entre los desarrollos clave figuran la nueva concentradora de Rosario en Collahuasi y la nueva concentradora Los Colorados en Escondida, ambas en fase de prefactibilidad. Pese a ello, las compañías las consideran determinantes para asegurar continuidad operativa en el largo plazo. A nivel territorial, la Región de Antofagasta mantiene su liderazgo como polo minero con una inversión proyectada de US$40 mil millones, seguida por Tarapacá y Atacama, con US$10 mil millones y US$14 mil millones, respectivamente. Esta última destaca por iniciativas de cobre que suman US$4.700 millones. En cuanto al litio, Cochilco estima que la inversión alcanzará los US$4.700 millones hacia 2025, impulsada por proyectos como Salares Altoandinos —desarrollado por ENAMI y Rio Tinto— y nuevas iniciativas en el Salar de Maricunga, consolidando el mineral como un componente estratégico en la transición energética global. Del total de la cartera, el 41% corresponde a proyectos base con alto grado de certeza; un 40% son potenciales, sujetos a definiciones técnicas, ambientales o financieras; y el 19% restante corresponde a iniciativas probables o posibles. Asimismo, los proyectos brownfield dominan la estructura con un 64%, mientras que los greenfield representan el 19%. Cochilco precisa que antes de 2025 ya se han materializado inversiones por US$11 mil millones, quedando US$29 mil millones por ejecutar. Entre 2025 y 2029 se proyectan US$11 mil millones adicionales solo en cobre, mientras que el quinquenio 2030–2034 concentra el mayor impulso, con US$44 mil millones en iniciativas de cobre, litio y otros minerales. La ministra Williams adelantó que entre 2026 y 2030 se espera que ingresen inversiones por entre US$38 mil millones y US$40 mil millones, reforzando la relevancia del sector como motor económico y estratégico para el futuro del país.