El Banco Central (BC) publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM), en el que entregó evidencia sobre el impacto que han tenido los mayores costos laborales en el empleo. Según el organismo que dirige Rosanna Costa, medidas como la reducción de la jornada laboral y el aumento del salario mínimo han contribuido a un deterioro en la generación de puestos de trabajo. El BC precisó que entre abril de 2023 y enero de 2025 el salario mínimo subió un 24,5%, por sobre el IPC acumulado (7%) y el incremento promedio de remuneraciones (14,2%). Ese desajuste ha repercutido en las empresas, especialmente en aquellas con mayor proporción de trabajadores afectos al sueldo mínimo. De hecho, en esas compañías el empleo cayó en promedio 5,6%, mientras que en las menos expuestas se observó un mejor desempeño. El informe concluye que un aumento real como el registrado desde 2023 provoca una caída cercana al 1,5% en el empleo asalariado formal, con un efecto menor en el empleo total debido al rol amortiguador de la informalidad y el trabajo por cuenta propia. El impacto, advierte, no se limita a los trabajadores que reciben el salario mínimo, sino que también se extiende a quienes perciben sueldos cercanos a este. Las reacciones no se hicieron esperar. Cecilia Cifuentes, del ESE Business School, afirmó que la evidencia del BC demuestra que la agenda laboral ha encarecido el trabajo y restado dinamismo al mercado, incluso en un contexto de crecimiento económico mayor al previsto. David Bravo, de la Universidad Católica, criticó la “autocomplacencia” del Ejecutivo, señalando que se desoyeron las advertencias cuando se aplicaron reajustes imprudentes. Desde Libertad y Desarrollo, Ingrid Jones sostuvo que las leyes recientes “no han sido inocuas y seguirán afectando al empleo”. En la misma línea, Ricardo Ruiz de Viñaspre, exdirector de Sence, planteó que el Gobierno no ha mostrado medidas proactivas para incentivar la contratación y propuso reducir el impuesto corporativo. Por su parte, Cristián Duarte, exdirector de la Bolsa Nacional de Empleo, enfatizó que aumentar costos laborales en un escenario de bajo crecimiento y productividad “solo incrementa el desempleo”. En contraste, autoridades como el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, han relativizado los hallazgos, asegurando que “no hay evidencia concluyente” de que el salario mínimo sea la principal causa del bajo dinamismo laboral. El debate reabre la discusión sobre los efectos de la agenda laboral en Chile y la necesidad de equilibrar mejoras en ingresos y derechos con la sostenibilidad del empleo formal.
La economía chilena mostró un avance modesto en julio, con un aumento del 1,8% en el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), según informó el Banco Central. La cifra se ubica por debajo del 3,1% registrado en junio y representa el crecimiento más débil desde marzo de este año, cuando el indicador cayó a terreno negativo. Este resultado, aunque discreto, estuvo en línea con lo que había proyectado el mercado. Ante esto, el crecimiento estuvo impulsado por el comercio y los servicios, que lograron compensar parcialmente la caída en la producción minera. En el sector de bienes, la producción anual se contrajo un 0,9%, afectada por la menor extracción de cobre, hierro y litio, y una disminución en la generación eléctrica. Sin embargo, la industria manufacturera mostró un crecimiento gracias a la mayor fabricación de productos de metal y químicos. Asimismo, el sector del comercio se destacó con un aumento anual del 6,6%, con resultados positivos en todos sus componentes. El comercio mayorista fue el principal motor, impulsado por las ventas de maquinaria, alimentos y vestuario. El comercio minorista también tuvo un buen desempeño, con aumentos en las ventas de comestibles, grandes tiendas y plataformas de venta en línea. En cuanto a los servicios, el crecimiento fue de un 2,6% en términos anuales, liderado por los servicios empresariales y personales, estos últimos impulsados por el área de la salud. A nivel desestacionalizado, los servicios también mostraron un crecimiento respecto al mes anterior. Finalmente, el reporte del Banco Central también indicó que el Imacec no minero creció un 2,5% en términos anuales, lo que resalta la dependencia de la economía en otros sectores más allá de la minería, que continúa siendo un pilar, pero con rendimientos variables.
Este viernes, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la tasa de desocupación en Chile se situó en 8,7% durante el trimestre móvil de mayo a julio. Esta cifra representa un respiro para la economía, ya que se encuentra por debajo del 8,9% registrado en el trimestre anterior y, más importante aún, es inferior al 9,1% que habían proyectado los analistas del mercado. La cifra total de desocupación se mantuvo sin variación en los últimos 12 meses, impulsada por el crecimiento de la fuerza de trabajo y la creación de empleo. Según el INE, se generaron 72.829 nuevos puestos de trabajo, un dato alentador comparado con la débil creación de 141 empleos del trimestre anterior. El ministro del Trabajo, Giorgio Boccardo, destacó que este aumento se debe, en gran parte, a la creación de puestos formales en el sector privado. Situación de las mujeres preocupa Pese a la mejora general, la situación laboral de las mujeres continúa siendo un punto de alerta. La tasa de desocupación femenina se ubicó en 9,7%, una cifra que si bien es menor a la del trimestre anterior, es significativamente mayor al 9,1% registrado hace un año. En contraste, la desocupación en hombres mejoró, bajando de 8,3% a 7,9% en el mismo período. ¿Qué sectores impulsaron el empleo? El alza en la población ocupada fue liderada por la industria manufacturera (5,5%), las comunicaciones (23,3%), la minería (11,6%) y el sector de alojamiento y servicio de comidas (5,4%). Por otro lado, los sectores de comercio, construcción y administración pública mostraron los mayores retrocesos en la creación de puestos de trabajo. Informalidad y subempleo La tasa de ocupación informal se ubicó en 26%, con una disminución en el número de personas ocupadas en este sector, impulsada principalmente por la baja en la informalidad en las mujeres. Además, un nuevo indicador del INE reveló que la tasa de sobreeducación, es decir, personas con un nivel educativo superior al requerido para su trabajo, alcanzó un máximo histórico de 15,7%, lo que equivale a casi 1,5 millones de trabajadores en esta situación. Por el contrario, la subeducación disminuyó.
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de junio se expandió un 3,1% en comparación interanual, según informó el Banco Central. Si bien la cifra muestra crecimiento, se ubicó por debajo de las expectativas del mercado, que anticipaba un desempeño más robusto. Ante esto, el Banco Central explicó que el resultado positivo del Imacec se debió principalmente al crecimiento en los sectores de servicios, comercio e industria. Sin embargo, este impulso se vio parcialmente contrarrestado por una menor producción en la minería, un sector clave para la economía del país. Este retroceso en la actividad minera fue el factor determinante para la caída del 0,4% en la serie desestacionalizada respecto a mayo. A pesar de esto, el Imacec acumuló un aumento del 2,9% en los últimos 12 meses, lo que refleja una tendencia de crecimiento anual.
El Banco Central informó este martes que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de mayo de 2025 creció un 3,2% en comparación con el mismo mes del año anterior. La serie desestacionalizada disminuyó un 0,2% respecto al mes anterior y un 4,1% en los últimos doce meses. Cabe destacar que el mes tuvo un día hábil menos que mayo de 2024. El crecimiento de la economía se atribuye al buen desempeño de todos los componentes del Imacec, especialmente en los sectores de servicios y minería. Sin embargo, la caída del Imacec en términos desestacionalizados se vio influenciada principalmente por los servicios. En cuanto a la producción de bienes, esta aumentó un 4,6% en términos anuales, impulsada por el crecimiento en todas sus actividades. La minería destacó por una mayor extracción de cobre y otros bienes, mientras que la industria también experimentó un crecimiento gracias a la elaboración de alimentos. Por otro lado, la actividad comercial mostró un incremento del 4,5% en términos anuales. Tanto el comercio minorista como mayorista presentaron resultados positivos, con ventas destacadas en diferentes sectores como alimentos y maquinaria. En el caso de los servicios, estos aumentaron un 2,4% en términos anuales, principalmente impulsados por los servicios personales y empresariales. Sin embargo, las cifras ajustadas por estacionalidad reflejaron una disminución del 0,2% respecto al mes anterior debido a los servicios empresariales. En resumen, la economía chilena ha mostrado un crecimiento generalizado en varios sectores clave durante el mes de mayo, lo que refleja una tendencia positiva en la actividad económica del país. Fuente: Meganoticias
El Banco Central (BC) publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM), en el que entregó evidencia sobre el impacto que han tenido los mayores costos laborales en el empleo. Según el organismo que dirige Rosanna Costa, medidas como la reducción de la jornada laboral y el aumento del salario mínimo han contribuido a un deterioro en la generación de puestos de trabajo. El BC precisó que entre abril de 2023 y enero de 2025 el salario mínimo subió un 24,5%, por sobre el IPC acumulado (7%) y el incremento promedio de remuneraciones (14,2%). Ese desajuste ha repercutido en las empresas, especialmente en aquellas con mayor proporción de trabajadores afectos al sueldo mínimo. De hecho, en esas compañías el empleo cayó en promedio 5,6%, mientras que en las menos expuestas se observó un mejor desempeño. El informe concluye que un aumento real como el registrado desde 2023 provoca una caída cercana al 1,5% en el empleo asalariado formal, con un efecto menor en el empleo total debido al rol amortiguador de la informalidad y el trabajo por cuenta propia. El impacto, advierte, no se limita a los trabajadores que reciben el salario mínimo, sino que también se extiende a quienes perciben sueldos cercanos a este. Las reacciones no se hicieron esperar. Cecilia Cifuentes, del ESE Business School, afirmó que la evidencia del BC demuestra que la agenda laboral ha encarecido el trabajo y restado dinamismo al mercado, incluso en un contexto de crecimiento económico mayor al previsto. David Bravo, de la Universidad Católica, criticó la “autocomplacencia” del Ejecutivo, señalando que se desoyeron las advertencias cuando se aplicaron reajustes imprudentes. Desde Libertad y Desarrollo, Ingrid Jones sostuvo que las leyes recientes “no han sido inocuas y seguirán afectando al empleo”. En la misma línea, Ricardo Ruiz de Viñaspre, exdirector de Sence, planteó que el Gobierno no ha mostrado medidas proactivas para incentivar la contratación y propuso reducir el impuesto corporativo. Por su parte, Cristián Duarte, exdirector de la Bolsa Nacional de Empleo, enfatizó que aumentar costos laborales en un escenario de bajo crecimiento y productividad “solo incrementa el desempleo”. En contraste, autoridades como el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, han relativizado los hallazgos, asegurando que “no hay evidencia concluyente” de que el salario mínimo sea la principal causa del bajo dinamismo laboral. El debate reabre la discusión sobre los efectos de la agenda laboral en Chile y la necesidad de equilibrar mejoras en ingresos y derechos con la sostenibilidad del empleo formal.
La economía chilena mostró un avance modesto en julio, con un aumento del 1,8% en el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), según informó el Banco Central. La cifra se ubica por debajo del 3,1% registrado en junio y representa el crecimiento más débil desde marzo de este año, cuando el indicador cayó a terreno negativo. Este resultado, aunque discreto, estuvo en línea con lo que había proyectado el mercado. Ante esto, el crecimiento estuvo impulsado por el comercio y los servicios, que lograron compensar parcialmente la caída en la producción minera. En el sector de bienes, la producción anual se contrajo un 0,9%, afectada por la menor extracción de cobre, hierro y litio, y una disminución en la generación eléctrica. Sin embargo, la industria manufacturera mostró un crecimiento gracias a la mayor fabricación de productos de metal y químicos. Asimismo, el sector del comercio se destacó con un aumento anual del 6,6%, con resultados positivos en todos sus componentes. El comercio mayorista fue el principal motor, impulsado por las ventas de maquinaria, alimentos y vestuario. El comercio minorista también tuvo un buen desempeño, con aumentos en las ventas de comestibles, grandes tiendas y plataformas de venta en línea. En cuanto a los servicios, el crecimiento fue de un 2,6% en términos anuales, liderado por los servicios empresariales y personales, estos últimos impulsados por el área de la salud. A nivel desestacionalizado, los servicios también mostraron un crecimiento respecto al mes anterior. Finalmente, el reporte del Banco Central también indicó que el Imacec no minero creció un 2,5% en términos anuales, lo que resalta la dependencia de la economía en otros sectores más allá de la minería, que continúa siendo un pilar, pero con rendimientos variables.
Este viernes, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la tasa de desocupación en Chile se situó en 8,7% durante el trimestre móvil de mayo a julio. Esta cifra representa un respiro para la economía, ya que se encuentra por debajo del 8,9% registrado en el trimestre anterior y, más importante aún, es inferior al 9,1% que habían proyectado los analistas del mercado. La cifra total de desocupación se mantuvo sin variación en los últimos 12 meses, impulsada por el crecimiento de la fuerza de trabajo y la creación de empleo. Según el INE, se generaron 72.829 nuevos puestos de trabajo, un dato alentador comparado con la débil creación de 141 empleos del trimestre anterior. El ministro del Trabajo, Giorgio Boccardo, destacó que este aumento se debe, en gran parte, a la creación de puestos formales en el sector privado. Situación de las mujeres preocupa Pese a la mejora general, la situación laboral de las mujeres continúa siendo un punto de alerta. La tasa de desocupación femenina se ubicó en 9,7%, una cifra que si bien es menor a la del trimestre anterior, es significativamente mayor al 9,1% registrado hace un año. En contraste, la desocupación en hombres mejoró, bajando de 8,3% a 7,9% en el mismo período. ¿Qué sectores impulsaron el empleo? El alza en la población ocupada fue liderada por la industria manufacturera (5,5%), las comunicaciones (23,3%), la minería (11,6%) y el sector de alojamiento y servicio de comidas (5,4%). Por otro lado, los sectores de comercio, construcción y administración pública mostraron los mayores retrocesos en la creación de puestos de trabajo. Informalidad y subempleo La tasa de ocupación informal se ubicó en 26%, con una disminución en el número de personas ocupadas en este sector, impulsada principalmente por la baja en la informalidad en las mujeres. Además, un nuevo indicador del INE reveló que la tasa de sobreeducación, es decir, personas con un nivel educativo superior al requerido para su trabajo, alcanzó un máximo histórico de 15,7%, lo que equivale a casi 1,5 millones de trabajadores en esta situación. Por el contrario, la subeducación disminuyó.
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de junio se expandió un 3,1% en comparación interanual, según informó el Banco Central. Si bien la cifra muestra crecimiento, se ubicó por debajo de las expectativas del mercado, que anticipaba un desempeño más robusto. Ante esto, el Banco Central explicó que el resultado positivo del Imacec se debió principalmente al crecimiento en los sectores de servicios, comercio e industria. Sin embargo, este impulso se vio parcialmente contrarrestado por una menor producción en la minería, un sector clave para la economía del país. Este retroceso en la actividad minera fue el factor determinante para la caída del 0,4% en la serie desestacionalizada respecto a mayo. A pesar de esto, el Imacec acumuló un aumento del 2,9% en los últimos 12 meses, lo que refleja una tendencia de crecimiento anual.
El Banco Central informó este martes que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de mayo de 2025 creció un 3,2% en comparación con el mismo mes del año anterior. La serie desestacionalizada disminuyó un 0,2% respecto al mes anterior y un 4,1% en los últimos doce meses. Cabe destacar que el mes tuvo un día hábil menos que mayo de 2024. El crecimiento de la economía se atribuye al buen desempeño de todos los componentes del Imacec, especialmente en los sectores de servicios y minería. Sin embargo, la caída del Imacec en términos desestacionalizados se vio influenciada principalmente por los servicios. En cuanto a la producción de bienes, esta aumentó un 4,6% en términos anuales, impulsada por el crecimiento en todas sus actividades. La minería destacó por una mayor extracción de cobre y otros bienes, mientras que la industria también experimentó un crecimiento gracias a la elaboración de alimentos. Por otro lado, la actividad comercial mostró un incremento del 4,5% en términos anuales. Tanto el comercio minorista como mayorista presentaron resultados positivos, con ventas destacadas en diferentes sectores como alimentos y maquinaria. En el caso de los servicios, estos aumentaron un 2,4% en términos anuales, principalmente impulsados por los servicios personales y empresariales. Sin embargo, las cifras ajustadas por estacionalidad reflejaron una disminución del 0,2% respecto al mes anterior debido a los servicios empresariales. En resumen, la economía chilena ha mostrado un crecimiento generalizado en varios sectores clave durante el mes de mayo, lo que refleja una tendencia positiva en la actividad económica del país. Fuente: Meganoticias