En una entrevista exclusiva con Antofagasta Televisión, el periodista y empresario radicado en Miami, Pablo Franzani, exalumno del Colegio San Luis, entregó un duro testimonio sobre los abusos sexuales sufridos por estudiantes de ese establecimiento en las décadas de los 80 y 90, señalando directamente al capellán Leonelio Ibacache, a quien acusó de ser un “depredador sexual” que actuó bajo la protección de la Compañía de Jesús. Franzani aseguró que “miles de estudiantes fuimos víctimas de abusos sexuales” y que, pese a las denuncias, hubo encubrimiento sistemático de sacerdotes jesuitas que, según afirmó, hasta hoy siguen vinculados a la institución educativa. El denunciante mencionó a Guillermo Baranda, exrector del colegio y exdirector nacional de los Jesuitas, como uno de los responsables de encubrir a sacerdotes abusadores. Recordó que Baranda enfrentó procesos judiciales en 2005, los cuales fueron sobreseídos por la antigüedad de los hechos. Franzani además cuestionó que el Ministerio de la Niñez haya entregado millonarios fondos estatales a fundaciones jesuitas, pese a los múltiples antecedentes de abusos en colegios de la orden. “Es una vergüenza que, en vez de proteger a los niños, el Gobierno entregue millones de dólares a quienes han encubierto a pedófilos”, señaló. (SE ADJUNTAS CARTAS HACIA LA MINISTRA Y RESPUESTA) Actualmente, el exalumno mantiene una demanda judicial contra los jesuitas en tribunales chilenos, proceso que, según explicó, ha enfrentado intentos de ser frenado o desacreditado. A pesar de ello, aseguró que seguirá adelante hasta llegar a la Corte Suprema si es necesario. En su llamado final, Franzani instó a los padres de alumnos actuales del Colegio San Luis a “tomar conciencia” y a las víctimas a denunciar: “La mentalidad de víctima hay que transformarla en mentalidad de victoria. Esta lucha tiene sentido si logramos salvar a un solo niño más”. El caso se suma a otras denuncias contra sacerdotes en Chile y abre nuevamente el debate sobre la responsabilidad de la Iglesia y del Estado en la protección de menores. Cientos de denunciantes En Chile ya se suman varias denuncias por abusos de connotación sexual que han sido cubiertos por una cúpula poderosa, con mucha influencia, según señalaba el diario español El País en enero de 2023.
La tarde de este martes, el Trigésimo Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago acreditó el delito de abuso sexual cometido por el sacerdote Felipe Berríos en contra de un menor de 15 años -en aquel entonces- durante la realización de un retiro espiritual en la comuna de La Florida, Región Metropolitana, en el año 2000. En el fallo, sin embargo, el juzgado sobreseyó total y definitivamente la causa en contra del cura por prescripción de la acción penal, es decir, por el tiempo transcurrido desde los hechos. De acuerdo con el 34° Juzgado del Crimen de Santiago, el 17 de agosto de aquel año, entre las 20:00 y 21:00 horas, el exjesuita procedió a realizar actos de relevancia y connotación sexual en contra de la víctima en el Santuario de Schoenstatt. El hecho descrito, constituye un acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas de cargo incorporadas al proceso, que recaen sobre el contexto en que se ejecutó aquel evento abusivo y la develación de los hechos, agregó el juez en su decisión. Asimismo, acreditó el acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas, y la voluntad manifiesta de realización del delito, concurriendo de esa forma el dolo directo. Así las cosas, cabe recordar que el clérigo fue expulsado de la Compañía de Jesús en 2024, ya había sido sobreseído de otra denuncia de abusos en 2023. En esa ocasión, la Fiscalía decidió no perseverar y su defensa impulsó que la justicia cerrara la causa con el sobreseimiento definitivo. Con todo y pese a que la justicia chilena en ese entonces no encontró delito, su congregación determinó expulsarlo en mayo de 2024 como “culpable de delitos contra el sexto mandamiento”, el que dice: “No cometerás actos impuros”.
Carabineros detuvo a un hombre —adulto mayor— que estaba prófugo de la justicia por el delito de violación a menor de edad en Panguipulli, en la región de Los Ríos. El sujeto comenzó a ser investigado por la Fiscalía en 2019 tras una denuncia por agresiones sexuales que cometió contra una víctima menor de 14 años. Es por ello que pesaba en su contra una orden de arresto, que se emanó el 3 de abril y se materializó en el sector rural de Playa Monje, confirmó el comisario de servicio de Carabineros de Panguipulli, capitán Alberto Mohr. El condenado debe cumplir una sentencia de 15 años de cárcel, por lo que fue enviado directamente al Complejo Penitenciario de Valdivia. Desde la Fiscalía indicaron que el condenado cometió un delito de violación infantil, mientras que los antecedentes recabados por Radio Bío Bío dan cuenta que el adulto mayor atacó a más de una víctima, todas familiares. Fuente: BioBioChile
En una entrevista exclusiva con Antofagasta Televisión, el periodista y empresario radicado en Miami, Pablo Franzani, exalumno del Colegio San Luis, entregó un duro testimonio sobre los abusos sexuales sufridos por estudiantes de ese establecimiento en las décadas de los 80 y 90, señalando directamente al capellán Leonelio Ibacache, a quien acusó de ser un “depredador sexual” que actuó bajo la protección de la Compañía de Jesús. Franzani aseguró que “miles de estudiantes fuimos víctimas de abusos sexuales” y que, pese a las denuncias, hubo encubrimiento sistemático de sacerdotes jesuitas que, según afirmó, hasta hoy siguen vinculados a la institución educativa. El denunciante mencionó a Guillermo Baranda, exrector del colegio y exdirector nacional de los Jesuitas, como uno de los responsables de encubrir a sacerdotes abusadores. Recordó que Baranda enfrentó procesos judiciales en 2005, los cuales fueron sobreseídos por la antigüedad de los hechos. Franzani además cuestionó que el Ministerio de la Niñez haya entregado millonarios fondos estatales a fundaciones jesuitas, pese a los múltiples antecedentes de abusos en colegios de la orden. “Es una vergüenza que, en vez de proteger a los niños, el Gobierno entregue millones de dólares a quienes han encubierto a pedófilos”, señaló. (SE ADJUNTAS CARTAS HACIA LA MINISTRA Y RESPUESTA) Actualmente, el exalumno mantiene una demanda judicial contra los jesuitas en tribunales chilenos, proceso que, según explicó, ha enfrentado intentos de ser frenado o desacreditado. A pesar de ello, aseguró que seguirá adelante hasta llegar a la Corte Suprema si es necesario. En su llamado final, Franzani instó a los padres de alumnos actuales del Colegio San Luis a “tomar conciencia” y a las víctimas a denunciar: “La mentalidad de víctima hay que transformarla en mentalidad de victoria. Esta lucha tiene sentido si logramos salvar a un solo niño más”. El caso se suma a otras denuncias contra sacerdotes en Chile y abre nuevamente el debate sobre la responsabilidad de la Iglesia y del Estado en la protección de menores. Cientos de denunciantes En Chile ya se suman varias denuncias por abusos de connotación sexual que han sido cubiertos por una cúpula poderosa, con mucha influencia, según señalaba el diario español El País en enero de 2023.
La tarde de este martes, el Trigésimo Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago acreditó el delito de abuso sexual cometido por el sacerdote Felipe Berríos en contra de un menor de 15 años -en aquel entonces- durante la realización de un retiro espiritual en la comuna de La Florida, Región Metropolitana, en el año 2000. En el fallo, sin embargo, el juzgado sobreseyó total y definitivamente la causa en contra del cura por prescripción de la acción penal, es decir, por el tiempo transcurrido desde los hechos. De acuerdo con el 34° Juzgado del Crimen de Santiago, el 17 de agosto de aquel año, entre las 20:00 y 21:00 horas, el exjesuita procedió a realizar actos de relevancia y connotación sexual en contra de la víctima en el Santuario de Schoenstatt. El hecho descrito, constituye un acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas de cargo incorporadas al proceso, que recaen sobre el contexto en que se ejecutó aquel evento abusivo y la develación de los hechos, agregó el juez en su decisión. Asimismo, acreditó el acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas, y la voluntad manifiesta de realización del delito, concurriendo de esa forma el dolo directo. Así las cosas, cabe recordar que el clérigo fue expulsado de la Compañía de Jesús en 2024, ya había sido sobreseído de otra denuncia de abusos en 2023. En esa ocasión, la Fiscalía decidió no perseverar y su defensa impulsó que la justicia cerrara la causa con el sobreseimiento definitivo. Con todo y pese a que la justicia chilena en ese entonces no encontró delito, su congregación determinó expulsarlo en mayo de 2024 como “culpable de delitos contra el sexto mandamiento”, el que dice: “No cometerás actos impuros”.
Carabineros detuvo a un hombre —adulto mayor— que estaba prófugo de la justicia por el delito de violación a menor de edad en Panguipulli, en la región de Los Ríos. El sujeto comenzó a ser investigado por la Fiscalía en 2019 tras una denuncia por agresiones sexuales que cometió contra una víctima menor de 14 años. Es por ello que pesaba en su contra una orden de arresto, que se emanó el 3 de abril y se materializó en el sector rural de Playa Monje, confirmó el comisario de servicio de Carabineros de Panguipulli, capitán Alberto Mohr. El condenado debe cumplir una sentencia de 15 años de cárcel, por lo que fue enviado directamente al Complejo Penitenciario de Valdivia. Desde la Fiscalía indicaron que el condenado cometió un delito de violación infantil, mientras que los antecedentes recabados por Radio Bío Bío dan cuenta que el adulto mayor atacó a más de una víctima, todas familiares. Fuente: BioBioChile