Las tensiones en la oferta mundial de cobre continúan impactando en su cotización. Este miércoles, el metal rojo alcanzó US$4,870 la libra en la Bolsa de Metales de Londres (LME), su tercer valor más alto desde que existen registros y la quinta alza consecutiva. Solo lo superan los US$4,88 del 21 de mayo de 2024 y el récord histórico de US$4,92 del día anterior. Con este resultado, el precio promedio anual llegó a US$4,348 la libra, superior a los US$4,151 registrados a igual fecha de 2024. La presión proviene de una serie de incidentes que han afectado el abastecimiento mundial: la división El Teniente de Codelco aún no recupera su plena operación tras el fatal accidente de julio; la inundación en el complejo Kamoa-Kakula en el Congo paralizó parte de su producción; y la emergencia en la mina Grasberg de Indonesia, el segundo mayor yacimiento del mundo, terminó por desatar el alza. El economista Patricio Faúndez, de GEM, explicó que “el repunte responde a una mezcla de choques de oferta, bajos márgenes en fundiciones y un fuerte consumo en China, sumado a un dólar débil y expectativas de tasas más bajas”. Desde el incidente en Grasberg, el cobre ha subido 9,46% en Londres, según datos de Cochilco. Las proyecciones son optimistas: Bank of America elevó su estimación para 2026 a US$5,13 la libra y para 2027 a US$6,12, mientras Goldman Sachs y Citi también ajustaron al alza sus pronósticos, anticipando un escenario sostenido de precios altos. En Chile, el panorama productivo sigue afectado. Codelco calcula que el accidente en El Teniente reducirá su producción anual en más de 30 mil toneladas, mientras Teck recortó su proyección en 40 mil toneladas para Quebrada Blanca 2. A julio, Collahuasi registró una baja de 32% en su producción, y Los Pelambres, Anglo American Sur y Zaldívar también reportaron disminuciones. Aunque Escondida creció 10% interanual, alcanzando 794 mil toneladas, los eventos en otras faenas han limitado la capacidad del país de compensar la menor oferta global. En este contexto, Chile sigue siendo un actor clave, pero enfrenta un escenario desafiante en medio del ciclo alcista más importante del cobre en casi dos décadas.
El costo de la vida en la región de Antofagasta continúa escalando, esta vez impactando directamente el bolsillo de los trabajadores. Según un informe de una empresa ligada al rubro gastronómico, los trabajadores de la zona gastan, en promedio, $10.239 pesos diarios en un almuerzo en restaurantes. Esta cifra sitúa a la región como la tercera más cara a nivel nacional, solo por detrás de Aysén ($11.114) y Ñuble ($10.530). El análisis muestra una tendencia de alzas sostenidas a nivel nacional. El precio promedio de un almuerzo en restaurantes en Chile subió un 2% en comparación con 2024, alcanzando los $8.418 pesos. Históricamente, este valor ha crecido de forma consistente, pasando de $5.267 en 2019 a $7.663 en 2023. Además de los restaurantes, el estudio destaca la dramática subida de precios en otros establecimientos. En Antofagasta, las cafeterías registran un aumento del 14,7% en el último año, elevando el costo promedio de un almuerzo de $11.805 a $13.544 pesos. Este es el mayor incremento a nivel país, por delante de Arica y Parinacota (12,6%) y Valparaíso (11,7%). En contraste, el promedio nacional para este tipo de locales tuvo una leve disminución del 1,8%. En los supermercados, el ticket promedio nacional para un almuerzo se sitúa en $5.259, con un incremento de 0,8%. Ante esto, Cristián Briceño, director de Marketing y Estrategia, subraya la importancia de estos datos para las empresas:La información que entrega nuestro estudio es fundamental para que las empresas ajusten sus políticas de beneficios y aseguren una cobertura adecuada a las necesidades reales de sus colaboradores. Finalmente, el informe también revela las regiones más económicas para almorzar, con Tarapacá ($6.071), La Araucanía ($6.202) y Valparaíso ($6.486) a la cabeza, mostrando la marcada disparidad de precios que existe a lo largo de Chile.
Las tensiones en la oferta mundial de cobre continúan impactando en su cotización. Este miércoles, el metal rojo alcanzó US$4,870 la libra en la Bolsa de Metales de Londres (LME), su tercer valor más alto desde que existen registros y la quinta alza consecutiva. Solo lo superan los US$4,88 del 21 de mayo de 2024 y el récord histórico de US$4,92 del día anterior. Con este resultado, el precio promedio anual llegó a US$4,348 la libra, superior a los US$4,151 registrados a igual fecha de 2024. La presión proviene de una serie de incidentes que han afectado el abastecimiento mundial: la división El Teniente de Codelco aún no recupera su plena operación tras el fatal accidente de julio; la inundación en el complejo Kamoa-Kakula en el Congo paralizó parte de su producción; y la emergencia en la mina Grasberg de Indonesia, el segundo mayor yacimiento del mundo, terminó por desatar el alza. El economista Patricio Faúndez, de GEM, explicó que “el repunte responde a una mezcla de choques de oferta, bajos márgenes en fundiciones y un fuerte consumo en China, sumado a un dólar débil y expectativas de tasas más bajas”. Desde el incidente en Grasberg, el cobre ha subido 9,46% en Londres, según datos de Cochilco. Las proyecciones son optimistas: Bank of America elevó su estimación para 2026 a US$5,13 la libra y para 2027 a US$6,12, mientras Goldman Sachs y Citi también ajustaron al alza sus pronósticos, anticipando un escenario sostenido de precios altos. En Chile, el panorama productivo sigue afectado. Codelco calcula que el accidente en El Teniente reducirá su producción anual en más de 30 mil toneladas, mientras Teck recortó su proyección en 40 mil toneladas para Quebrada Blanca 2. A julio, Collahuasi registró una baja de 32% en su producción, y Los Pelambres, Anglo American Sur y Zaldívar también reportaron disminuciones. Aunque Escondida creció 10% interanual, alcanzando 794 mil toneladas, los eventos en otras faenas han limitado la capacidad del país de compensar la menor oferta global. En este contexto, Chile sigue siendo un actor clave, pero enfrenta un escenario desafiante en medio del ciclo alcista más importante del cobre en casi dos décadas.
El costo de la vida en la región de Antofagasta continúa escalando, esta vez impactando directamente el bolsillo de los trabajadores. Según un informe de una empresa ligada al rubro gastronómico, los trabajadores de la zona gastan, en promedio, $10.239 pesos diarios en un almuerzo en restaurantes. Esta cifra sitúa a la región como la tercera más cara a nivel nacional, solo por detrás de Aysén ($11.114) y Ñuble ($10.530). El análisis muestra una tendencia de alzas sostenidas a nivel nacional. El precio promedio de un almuerzo en restaurantes en Chile subió un 2% en comparación con 2024, alcanzando los $8.418 pesos. Históricamente, este valor ha crecido de forma consistente, pasando de $5.267 en 2019 a $7.663 en 2023. Además de los restaurantes, el estudio destaca la dramática subida de precios en otros establecimientos. En Antofagasta, las cafeterías registran un aumento del 14,7% en el último año, elevando el costo promedio de un almuerzo de $11.805 a $13.544 pesos. Este es el mayor incremento a nivel país, por delante de Arica y Parinacota (12,6%) y Valparaíso (11,7%). En contraste, el promedio nacional para este tipo de locales tuvo una leve disminución del 1,8%. En los supermercados, el ticket promedio nacional para un almuerzo se sitúa en $5.259, con un incremento de 0,8%. Ante esto, Cristián Briceño, director de Marketing y Estrategia, subraya la importancia de estos datos para las empresas:La información que entrega nuestro estudio es fundamental para que las empresas ajusten sus políticas de beneficios y aseguren una cobertura adecuada a las necesidades reales de sus colaboradores. Finalmente, el informe también revela las regiones más económicas para almorzar, con Tarapacá ($6.071), La Araucanía ($6.202) y Valparaíso ($6.486) a la cabeza, mostrando la marcada disparidad de precios que existe a lo largo de Chile.