Desde el 9 de septiembre, las isapres tuvieron que ampliar la cobertura de las consultas con nutricionistas, permitiendo el acceso a afiliados con cualquier tipo de trastorno alimentario, sin importar su Índice de Masa Corporal (IMC). Esta medida, ordenada por la Superintendencia de Salud, busca equiparar la normativa del sistema privado con las recientes modificaciones implementadas por Fonasa. Anteriormente, la bonificación de las isapres solo se aplicaba en casos de sobrepeso u obesidad, lo que excluía a un amplio grupo de personas con otras condiciones que requieren apoyo nutricional profesional. Ante esto, el superintendente de Salud, Víctor Torres, explicó que esta nueva resolución es fundamental para abordar diversas problemáticas. “Emitimos una resolución que desde el 9 de septiembre obliga a las isapres a dar cobertura a la consulta con un nutricionista en caso de cualquier trastorno alimenticio. Previamente, la normativa establecía bonificación exclusivamente a las personas con sobrepeso u obesidad”, detalló Torres. Esta ampliación de cobertura beneficiará a pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) como la anorexia nerviosa y la bulimia, además de aquellos que sufren desnutrición, una condición particularmente común en adultos mayores. Asimismo, Torres subrayó la importancia de la medida en la prevención de enfermedades, afirmando que “facilita el acceso a la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad y ciertos tipos de cáncer”. Añadió que, al adoptar hábitos alimenticios saludables con la guía de un profesional, los afiliados podrán reducir significativamente los riesgos y mejorar su calidad de vida. Finalmente, la Superintendencia de Salud enfatizó que todos los beneficiarios de isapre, “independientemente de su IMC, ahora tendrán acceso a consultas nutricionales”, abarcando también a personas con hipertensión y diabetes que requieren un manejo alimentario específico.
Desde el 9 de septiembre, las isapres tuvieron que ampliar la cobertura de las consultas con nutricionistas, permitiendo el acceso a afiliados con cualquier tipo de trastorno alimentario, sin importar su Índice de Masa Corporal (IMC). Esta medida, ordenada por la Superintendencia de Salud, busca equiparar la normativa del sistema privado con las recientes modificaciones implementadas por Fonasa. Anteriormente, la bonificación de las isapres solo se aplicaba en casos de sobrepeso u obesidad, lo que excluía a un amplio grupo de personas con otras condiciones que requieren apoyo nutricional profesional. Ante esto, el superintendente de Salud, Víctor Torres, explicó que esta nueva resolución es fundamental para abordar diversas problemáticas. “Emitimos una resolución que desde el 9 de septiembre obliga a las isapres a dar cobertura a la consulta con un nutricionista en caso de cualquier trastorno alimenticio. Previamente, la normativa establecía bonificación exclusivamente a las personas con sobrepeso u obesidad”, detalló Torres. Esta ampliación de cobertura beneficiará a pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) como la anorexia nerviosa y la bulimia, además de aquellos que sufren desnutrición, una condición particularmente común en adultos mayores. Asimismo, Torres subrayó la importancia de la medida en la prevención de enfermedades, afirmando que “facilita el acceso a la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad y ciertos tipos de cáncer”. Añadió que, al adoptar hábitos alimenticios saludables con la guía de un profesional, los afiliados podrán reducir significativamente los riesgos y mejorar su calidad de vida. Finalmente, la Superintendencia de Salud enfatizó que todos los beneficiarios de isapre, “independientemente de su IMC, ahora tendrán acceso a consultas nutricionales”, abarcando también a personas con hipertensión y diabetes que requieren un manejo alimentario específico.