“Por el presente y futuro de la Región de Antofagasta” fue el eje de la entrevista televisiva al Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, quien esta vez habló como vecino. El dirigente llamó a liderazgo y coordinación real entre autoridades, empresas y comunidad para encarar tres urgencias: calidad de vida, conectividad y déficit de vivienda. Sánchez advirtió que, pese a tres décadas de auge minero y grandes inversiones, la ciudad no refleja ese dinamismo: “Tenemos carencias gigantescas y cada vez más personas se van; crece el trabajo conmutado y cae el consumo local”. Citó estudios recientes que atribuyen la migración a la baja calidad de vida, y observó que los tiempos de espera en salud y los indicadores educacionales están entre los peores del país. Planteó acelerar soluciones técnicas ya diagnosticadas y convertirlas en obras: un sistema de transporte masivo norte–sur aprovechando la reconversión ferroviaria (sector Valdivia) y ejes como Rodríguez–Sabella–Matta, para descongestionar la costanera, vincular barrios habitacionales y el Hospital Regional, y revitalizar el centro. “Faltan decisiones y una mesa técnica con poder de ejecución”, enfatizó. Sobre vivienda, propuso densificar zonas pericentrales con proyectos de arriendo y venta accesibles, “ construyendo ciudad, no solo casas aisladas junto a vertederos o polos industriales”. También llamó a diversificar la matriz productiva (energías, corredor bioceánico, nuevas industrias en el eje B-400) y a atraer casas matrices y ejecutivos de grandes proveedoras mineras para que residan en la región, reduciendo el conmutado. Respecto al royalty minero, pidió revisar criterios de distribución para que consideren la naturaleza no renovable del recurso y habiliten inversiones estratégicas locales. “No es una pelea contra las autoridades; necesitamos que lideren y que todos apuntemos en la misma dirección”, cerró. Más de 200 firmantes respaldan el llamado ciudadano a una hoja de ruta común, con metas, plazos y financiamiento, que haga de Antofagasta una ciudad amable, verde y habitable.
“Por el presente y futuro de la Región de Antofagasta” fue el eje de la entrevista televisiva al Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, quien esta vez habló como vecino. El dirigente llamó a liderazgo y coordinación real entre autoridades, empresas y comunidad para encarar tres urgencias: calidad de vida, conectividad y déficit de vivienda. Sánchez advirtió que, pese a tres décadas de auge minero y grandes inversiones, la ciudad no refleja ese dinamismo: “Tenemos carencias gigantescas y cada vez más personas se van; crece el trabajo conmutado y cae el consumo local”. Citó estudios recientes que atribuyen la migración a la baja calidad de vida, y observó que los tiempos de espera en salud y los indicadores educacionales están entre los peores del país. Planteó acelerar soluciones técnicas ya diagnosticadas y convertirlas en obras: un sistema de transporte masivo norte–sur aprovechando la reconversión ferroviaria (sector Valdivia) y ejes como Rodríguez–Sabella–Matta, para descongestionar la costanera, vincular barrios habitacionales y el Hospital Regional, y revitalizar el centro. “Faltan decisiones y una mesa técnica con poder de ejecución”, enfatizó. Sobre vivienda, propuso densificar zonas pericentrales con proyectos de arriendo y venta accesibles, “ construyendo ciudad, no solo casas aisladas junto a vertederos o polos industriales”. También llamó a diversificar la matriz productiva (energías, corredor bioceánico, nuevas industrias en el eje B-400) y a atraer casas matrices y ejecutivos de grandes proveedoras mineras para que residan en la región, reduciendo el conmutado. Respecto al royalty minero, pidió revisar criterios de distribución para que consideren la naturaleza no renovable del recurso y habiliten inversiones estratégicas locales. “No es una pelea contra las autoridades; necesitamos que lideren y que todos apuntemos en la misma dirección”, cerró. Más de 200 firmantes respaldan el llamado ciudadano a una hoja de ruta común, con metas, plazos y financiamiento, que haga de Antofagasta una ciudad amable, verde y habitable.