El Hospital Regional de Antofagasta (HRA) ha consolidado su compromiso con los Cuidados Paliativos Universales, atendiendo a más de mil pacientes hospitalizados durante el último año y realizando cerca de mil visitas domiciliarias. Este programa, que busca aliviar el dolor, ofrecer acompañamiento y dignificar el final de la vida en adultos y niños, se ha extendido más allá de las paredes del recinto, llevando la atención integral directamente a los hogares. Para detallar, la Unidad de Cuidados Paliativos Universales del HRA atiende a pacientes con enfermedades graves o en etapa terminal, sean oncológicas o no, ofreciendo una visión que abarca el alivio físico, el apoyo emocional y el acompañamiento espiritual. La Dra. Jessica Troncoso, jefa de la unidad, explica que, tras resolver la totalidad de las interconsultas hospitalarias, se ofrece a la familia un seguimiento a domicilio. Cuando el paciente se va de alta, le ofrecemos a la familia un acompañamiento por el equipo de cuidados paliativos a domicilio, detalló Troncoso. Este seguimiento ha significado la realización de 950 visitas por parte de un equipo multidisciplinario que incluye médicos, enfermeras, psicólogos y técnicos en enfermería, asegurando que los pacientes no enfrenten este proceso en solitario. En un tema sensible, la Dra. Troncoso aclaró la diferencia entre la sedación paliativa y la eutanasia. La sedación paliativa busca disminuir el nivel de conciencia para aliviar el sufrimiento, afirmó, puntualizando que si el fallecimiento ocurre,es solo un proceso natural, no es nuestro objetivo. Este procedimiento se reserva para síntomas refractarios (como dolor o dificultad respiratoria) que no responden a tratamientos convencionales. Asimismo, en el marco de la Ley de Cuidados Paliativos Universales, la unidad también aplica el formulario de voluntades anticipadas, permitiendo que los pacientes tomen decisiones informadas sobre la prolongación o rechazo de tratamientos invasivos mientras están en pleno uso de sus facultades. Adicionalmente, el equipo ayuda a gestionar los certificados de retiro de fondos previsionales para pacientes terminales, facilitando el acceso a recursos que les corresponden. Así también, la atención en pacientes pediátricos no oncológicos está a cargo de la Dra. Pamela Shellman, quien coordina el programa para niñas, niños y adolescentes con enfermedades complejas. La muerte es cuestión de los vivos, no de los viejos, reflexiona Shellman, destacando la dificultad de enfrentar la pérdida infantil. El programa mantiene entre 10 y 12 pacientes pediátricos en control, buscando que este tiempo lo pasenacompañados por quienes ellos quieran, idealmente en sus hogares, con hospitalizaciones breves solo cuando la situación clínica lo amerita. Finalmente, ambas especialistas enfatizaron que los cuidados paliativos en el HRA no solo alivian el dolor, sino que dan sentido al último tramo de la vida, sosteniendo y dignificando a los pacientes y sus familias. El desafío a futuro es fortalecer la red de atención y aumentar los recursos humanos para asegurar un acompañamiento sensible y permanente en todas las etapas.
El Hospital Regional de Antofagasta (HRA) ha consolidado su compromiso con los Cuidados Paliativos Universales, atendiendo a más de mil pacientes hospitalizados durante el último año y realizando cerca de mil visitas domiciliarias. Este programa, que busca aliviar el dolor, ofrecer acompañamiento y dignificar el final de la vida en adultos y niños, se ha extendido más allá de las paredes del recinto, llevando la atención integral directamente a los hogares. Para detallar, la Unidad de Cuidados Paliativos Universales del HRA atiende a pacientes con enfermedades graves o en etapa terminal, sean oncológicas o no, ofreciendo una visión que abarca el alivio físico, el apoyo emocional y el acompañamiento espiritual. La Dra. Jessica Troncoso, jefa de la unidad, explica que, tras resolver la totalidad de las interconsultas hospitalarias, se ofrece a la familia un seguimiento a domicilio. Cuando el paciente se va de alta, le ofrecemos a la familia un acompañamiento por el equipo de cuidados paliativos a domicilio, detalló Troncoso. Este seguimiento ha significado la realización de 950 visitas por parte de un equipo multidisciplinario que incluye médicos, enfermeras, psicólogos y técnicos en enfermería, asegurando que los pacientes no enfrenten este proceso en solitario. En un tema sensible, la Dra. Troncoso aclaró la diferencia entre la sedación paliativa y la eutanasia. La sedación paliativa busca disminuir el nivel de conciencia para aliviar el sufrimiento, afirmó, puntualizando que si el fallecimiento ocurre,es solo un proceso natural, no es nuestro objetivo. Este procedimiento se reserva para síntomas refractarios (como dolor o dificultad respiratoria) que no responden a tratamientos convencionales. Asimismo, en el marco de la Ley de Cuidados Paliativos Universales, la unidad también aplica el formulario de voluntades anticipadas, permitiendo que los pacientes tomen decisiones informadas sobre la prolongación o rechazo de tratamientos invasivos mientras están en pleno uso de sus facultades. Adicionalmente, el equipo ayuda a gestionar los certificados de retiro de fondos previsionales para pacientes terminales, facilitando el acceso a recursos que les corresponden. Así también, la atención en pacientes pediátricos no oncológicos está a cargo de la Dra. Pamela Shellman, quien coordina el programa para niñas, niños y adolescentes con enfermedades complejas. La muerte es cuestión de los vivos, no de los viejos, reflexiona Shellman, destacando la dificultad de enfrentar la pérdida infantil. El programa mantiene entre 10 y 12 pacientes pediátricos en control, buscando que este tiempo lo pasenacompañados por quienes ellos quieran, idealmente en sus hogares, con hospitalizaciones breves solo cuando la situación clínica lo amerita. Finalmente, ambas especialistas enfatizaron que los cuidados paliativos en el HRA no solo alivian el dolor, sino que dan sentido al último tramo de la vida, sosteniendo y dignificando a los pacientes y sus familias. El desafío a futuro es fortalecer la red de atención y aumentar los recursos humanos para asegurar un acompañamiento sensible y permanente en todas las etapas.