Ante el reciente escenario de alerta por amenaza de tsunami en el país, las autoridades han reiterado la importancia de que la población cuente con un plan de evacuación claro y actualizado para actuar con rapidez y seguridad en caso de emergencia. Un plan de evacuación por tsunami debe contemplar la identificación de rutas seguras, zonas de seguridad en altura, y un sistema de alerta efectivo. Reconocer las señales de advertencia, como un sismo fuerte o la retirada anormal del mar, es clave para activar el proceso de evacuación. Fases clave del plan de evacuación: Detección del peligro: Reconocer signos naturales y oficiales de alerta. Alerta: Activación de sistemas visuales y auditivos oficiales. Preparación: Contar con un kit de emergencia y atender las instrucciones. Evacuación: Dirigirse a pie a zonas elevadas por rutas señalizadas, sin detenerse ni usar vehículos. Permanencia: Permanecer en zonas seguras hasta recibir la señal oficial de “todo despejado”. Recomendaciones adicionales: Se aconseja la evacuación vertical (hacia pisos superiores) solo si no es posible evacuar horizontalmente. Es fundamental apoyar a personas con movilidad reducida o necesidades especiales durante el proceso. La población debe mantenerse informada por canales oficiales (radio, televisión, sitios institucionales). No se debe retornar a las zonas costeras hasta que lo autoricen las autoridades, ya que pueden registrarse múltiples olas. Además, se insta a las comunidades a elaborar planes locales, señalizar rutas y zonas seguras, instalar sistemas de alerta efectivos y realizar simulacros periódicos. La preparación y participación ciudadana son esenciales para salvar vidas en caso de tsunami. Este es el plano de evacuación correspondiente a Antofagasta:
Ante el reciente escenario de alerta por amenaza de tsunami en el país, las autoridades han reiterado la importancia de que la población cuente con un plan de evacuación claro y actualizado para actuar con rapidez y seguridad en caso de emergencia. Un plan de evacuación por tsunami debe contemplar la identificación de rutas seguras, zonas de seguridad en altura, y un sistema de alerta efectivo. Reconocer las señales de advertencia, como un sismo fuerte o la retirada anormal del mar, es clave para activar el proceso de evacuación. Fases clave del plan de evacuación: Detección del peligro: Reconocer signos naturales y oficiales de alerta. Alerta: Activación de sistemas visuales y auditivos oficiales. Preparación: Contar con un kit de emergencia y atender las instrucciones. Evacuación: Dirigirse a pie a zonas elevadas por rutas señalizadas, sin detenerse ni usar vehículos. Permanencia: Permanecer en zonas seguras hasta recibir la señal oficial de “todo despejado”. Recomendaciones adicionales: Se aconseja la evacuación vertical (hacia pisos superiores) solo si no es posible evacuar horizontalmente. Es fundamental apoyar a personas con movilidad reducida o necesidades especiales durante el proceso. La población debe mantenerse informada por canales oficiales (radio, televisión, sitios institucionales). No se debe retornar a las zonas costeras hasta que lo autoricen las autoridades, ya que pueden registrarse múltiples olas. Además, se insta a las comunidades a elaborar planes locales, señalizar rutas y zonas seguras, instalar sistemas de alerta efectivos y realizar simulacros periódicos. La preparación y participación ciudadana son esenciales para salvar vidas en caso de tsunami. Este es el plano de evacuación correspondiente a Antofagasta: