El presidente Gabriel Boric sostuvo este lunes un encuentro privado con el Papa León XIV en su primera visita oficial al Vaticano, donde la conversación se centró en diversos temas relativos a Chile, destacando el impacto de los casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Tras la cita, el mandatario chileno se refirió a la conversación con el nuevo pontífice, rememorando el complejo paso de su antecesor, el fallecido Papa Francisco, por Chile en 2018. Dicha visita estuvo marcada por la controversia del Caso Karadima y el consecuente distanciamiento de los fieles. “Fue parte de las cosas que conversamos, además de ciertos temas particulares de Chile. Hablamos del dolor que le había producido como misionero y que también le produjo a Francisco, los abusos que existieron en la Iglesia Católica”, señaló Boric ante la prensa. Asimismo, el presidente explicó que León XIV —quien en ese entonces se desempeñaba como misionero Robert Prevost en Perú— “mencionó explícitamente el caso de Karadima y el caso de Barros, y cómo eso al Papa Francisco le había dolido mucho, en particular durante la visita que hizo a Chile, que fue muy dura para él”. En el encuentro, Boric extendió una invitación formal al nuevo pontífice para visitar Chile, evocando la histórica visita de Juan Pablo II en 1987. “Se lo planteé, lo dejé invitado. Le recordé lo importante que fue para Chile ese momento de encuentro”, comentó el presidente. Ante esto, el mandatario agregó que León XIV le contó que tras su paso por Chile, el Papa Francisco viajó a Perú, donde estuvo con él y allí vio el dolor que había tenido Francisco. La visita de enero de 2018 quedó en la memoria chilena por la baja asistencia a sus actividades y, principalmente, por la polémica generada por la defensa de Francisco al entonces obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir los abusos del sacerdote Fernando Karadima. Las declaraciones iniciales de Francisco, quien aseguró que todo era calumnia, generaron una ola de indignación. Años más tarde, el propio Francisco reconoció que reconsideró su postura y ordenó una investigación interna gracias a la pregunta de una periodista. “Fue al final cuando respondí a esa periodista… Frente a la reacción, pensé: acá pasa algo. El viaje de vuelta me ayudó bastante a ver y finalmente, cuando llegué acá, recé, pedí consejo y decidí mandar un visitador apostólico, el cual destapó lo que yo no sabía. Fue una ayuda”, recordó el fallecido pontífice.
El presidente Gabriel Boric sostuvo este lunes un encuentro privado con el Papa León XIV en su primera visita oficial al Vaticano, donde la conversación se centró en diversos temas relativos a Chile, destacando el impacto de los casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Tras la cita, el mandatario chileno se refirió a la conversación con el nuevo pontífice, rememorando el complejo paso de su antecesor, el fallecido Papa Francisco, por Chile en 2018. Dicha visita estuvo marcada por la controversia del Caso Karadima y el consecuente distanciamiento de los fieles. “Fue parte de las cosas que conversamos, además de ciertos temas particulares de Chile. Hablamos del dolor que le había producido como misionero y que también le produjo a Francisco, los abusos que existieron en la Iglesia Católica”, señaló Boric ante la prensa. Asimismo, el presidente explicó que León XIV —quien en ese entonces se desempeñaba como misionero Robert Prevost en Perú— “mencionó explícitamente el caso de Karadima y el caso de Barros, y cómo eso al Papa Francisco le había dolido mucho, en particular durante la visita que hizo a Chile, que fue muy dura para él”. En el encuentro, Boric extendió una invitación formal al nuevo pontífice para visitar Chile, evocando la histórica visita de Juan Pablo II en 1987. “Se lo planteé, lo dejé invitado. Le recordé lo importante que fue para Chile ese momento de encuentro”, comentó el presidente. Ante esto, el mandatario agregó que León XIV le contó que tras su paso por Chile, el Papa Francisco viajó a Perú, donde estuvo con él y allí vio el dolor que había tenido Francisco. La visita de enero de 2018 quedó en la memoria chilena por la baja asistencia a sus actividades y, principalmente, por la polémica generada por la defensa de Francisco al entonces obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir los abusos del sacerdote Fernando Karadima. Las declaraciones iniciales de Francisco, quien aseguró que todo era calumnia, generaron una ola de indignación. Años más tarde, el propio Francisco reconoció que reconsideró su postura y ordenó una investigación interna gracias a la pregunta de una periodista. “Fue al final cuando respondí a esa periodista… Frente a la reacción, pensé: acá pasa algo. El viaje de vuelta me ayudó bastante a ver y finalmente, cuando llegué acá, recé, pedí consejo y decidí mandar un visitador apostólico, el cual destapó lo que yo no sabía. Fue una ayuda”, recordó el fallecido pontífice.