Con el lema “¡Dona sangre, salva vidas!”, el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA) y el Hospital Regional de Antofagasta (HRA) anunciaron una jornada conjunta de donación de sangre, destinada a reforzar las reservas disponibles para emergencias y casos críticos en la región. La actividad se llevará a cabo el martes 9 de septiembre, entre las 09:00 y 14:00 horas, en tres puntos habilitados: Área Clínica de la Universidad de Antofagasta (Av. Argentina 2000). Hospital Regional de Antofagasta (Azapa 5935). Hospital Clínico de la UA (Av. Argentina 1962). El Dr. Luis Barra Ahumada, director del HCUA, valoró esta alianza, destacando que la campaña “refleja el compromiso conjunto con la salud pública regional, fortaleciendo las reservas de sangre y garantizando mejor respuesta ante emergencias”. Por su parte, el Dr. Antonio Zapata Pizarro, director del HRA, subrayó la necesidad de mantener un flujo constante de donantes: “Donar sangre nos ayuda a salvar vidas, especialmente en fechas como Fiestas Patrias, cuando los stocks suelen disminuir”. Requisitos para donar Tener entre 17 y 65 años (menores con autorización). Pesar más de 50 kg. Estar en buen estado de salud. Haber comido y dormido al menos 5 horas antes. No consumir alcohol en las últimas 12 horas. Intervalo entre donaciones: 3 meses (hombres) y 4 meses (mujeres). No estar embarazada. Presentar Carnet de Identidad, pasaporte o licencia de conducir vigente (no se aceptan copias ni fotos). Desde ambas instituciones recalcaron que una sola donación puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, invitando a la ciudadanía a sumarse a esta campaña solidaria.
El estrés laboral crónico, la falta de descanso adecuado y la presión constante por el rendimiento, están afectando cada vez más la salud mental de las y los trabajadores. El síndrome de burnout, también conocido como desgaste profesional, se posiciona hoy como una de las principales amenazas para el bienestar de quienes enfrentan jornadas laborales exigentes. Desde el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA), los psiquiatras y académicos del Departamento de Ciencias Médicas de la Facultad de Medicina y Odontología de esta Casa de Estudios Superiores, doctores María Fernanda Vidal Fuenzalida y Luis Barra Ahumada, advierten sobre la creciente prevalencia de esta condición y sus peligrosas consecuencias. El concepto de burnout, comenzó a hablarse en los años 70, luego que un psiquiatra notara un patrón de síntomas que se presentaban en trabajadores expuestos a grandes cargas de trabajo. Pero es desde el año 2000 que la OMS, lo incorpora como una patología laboral. Según los expertos en psiquiatría del HCUA, el burnout es la respuesta que tiene la persona al estar sometida a un estrés laboral crónico que se compone de actitudes y sentimientos negativos hacia el trabajo, las personas con las que se trabaja, hacia el propio rol profesional y la vivencia de encontrarse agotado. El síndrome de burnout, se definió originalmente por 3 síntomas claves; el agotamiento emocional, la despersonalización y la baja realización personal. Ambos profesionales, destacan que el burnout, no es una enfermedad mental, sino que una patología laboral. Pero si predispone a la aparición de enfermedades mentales como trastornos de ansiedad o trastornos del ánimo, consumo de drogas o alcohol y automedicación. Por lo que requiere tratamiento oportuno para evitar su progresión. Entre las principales causas identificadas por los expertos del HCUA, están la sobrecarga de trabajo, los horarios extensos, la falta de apoyo organizacional y la escasa autonomía en la toma de decisiones. A esto se suman, ambientes laborales complicados, conflictos con colegas o jefaturas, acoso laboral, y expectativas poco realistas. La clave, aseguran los médicos, está en la prevención. Es esencial identificar condiciones laborales desfavorables y modificarlas. Esto incluye, redistribuir cargas, fomentar una mejor comunicación y crear redes de apoyo entre colegas, indicó la Dra. Vidal. Por último, los especialistas recomiendan, además, adoptar hábitos de vida saludables: dormir adecuadamente, mantener una buena alimentación, realizar actividad física y practicar técnicas de relajación. En casos más severos, buscar apoyo profesional psicológico o psiquiátrico, pueden marcar una diferencia significativa.
Con el lema “¡Dona sangre, salva vidas!”, el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA) y el Hospital Regional de Antofagasta (HRA) anunciaron una jornada conjunta de donación de sangre, destinada a reforzar las reservas disponibles para emergencias y casos críticos en la región. La actividad se llevará a cabo el martes 9 de septiembre, entre las 09:00 y 14:00 horas, en tres puntos habilitados: Área Clínica de la Universidad de Antofagasta (Av. Argentina 2000). Hospital Regional de Antofagasta (Azapa 5935). Hospital Clínico de la UA (Av. Argentina 1962). El Dr. Luis Barra Ahumada, director del HCUA, valoró esta alianza, destacando que la campaña “refleja el compromiso conjunto con la salud pública regional, fortaleciendo las reservas de sangre y garantizando mejor respuesta ante emergencias”. Por su parte, el Dr. Antonio Zapata Pizarro, director del HRA, subrayó la necesidad de mantener un flujo constante de donantes: “Donar sangre nos ayuda a salvar vidas, especialmente en fechas como Fiestas Patrias, cuando los stocks suelen disminuir”. Requisitos para donar Tener entre 17 y 65 años (menores con autorización). Pesar más de 50 kg. Estar en buen estado de salud. Haber comido y dormido al menos 5 horas antes. No consumir alcohol en las últimas 12 horas. Intervalo entre donaciones: 3 meses (hombres) y 4 meses (mujeres). No estar embarazada. Presentar Carnet de Identidad, pasaporte o licencia de conducir vigente (no se aceptan copias ni fotos). Desde ambas instituciones recalcaron que una sola donación puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, invitando a la ciudadanía a sumarse a esta campaña solidaria.
El estrés laboral crónico, la falta de descanso adecuado y la presión constante por el rendimiento, están afectando cada vez más la salud mental de las y los trabajadores. El síndrome de burnout, también conocido como desgaste profesional, se posiciona hoy como una de las principales amenazas para el bienestar de quienes enfrentan jornadas laborales exigentes. Desde el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA), los psiquiatras y académicos del Departamento de Ciencias Médicas de la Facultad de Medicina y Odontología de esta Casa de Estudios Superiores, doctores María Fernanda Vidal Fuenzalida y Luis Barra Ahumada, advierten sobre la creciente prevalencia de esta condición y sus peligrosas consecuencias. El concepto de burnout, comenzó a hablarse en los años 70, luego que un psiquiatra notara un patrón de síntomas que se presentaban en trabajadores expuestos a grandes cargas de trabajo. Pero es desde el año 2000 que la OMS, lo incorpora como una patología laboral. Según los expertos en psiquiatría del HCUA, el burnout es la respuesta que tiene la persona al estar sometida a un estrés laboral crónico que se compone de actitudes y sentimientos negativos hacia el trabajo, las personas con las que se trabaja, hacia el propio rol profesional y la vivencia de encontrarse agotado. El síndrome de burnout, se definió originalmente por 3 síntomas claves; el agotamiento emocional, la despersonalización y la baja realización personal. Ambos profesionales, destacan que el burnout, no es una enfermedad mental, sino que una patología laboral. Pero si predispone a la aparición de enfermedades mentales como trastornos de ansiedad o trastornos del ánimo, consumo de drogas o alcohol y automedicación. Por lo que requiere tratamiento oportuno para evitar su progresión. Entre las principales causas identificadas por los expertos del HCUA, están la sobrecarga de trabajo, los horarios extensos, la falta de apoyo organizacional y la escasa autonomía en la toma de decisiones. A esto se suman, ambientes laborales complicados, conflictos con colegas o jefaturas, acoso laboral, y expectativas poco realistas. La clave, aseguran los médicos, está en la prevención. Es esencial identificar condiciones laborales desfavorables y modificarlas. Esto incluye, redistribuir cargas, fomentar una mejor comunicación y crear redes de apoyo entre colegas, indicó la Dra. Vidal. Por último, los especialistas recomiendan, además, adoptar hábitos de vida saludables: dormir adecuadamente, mantener una buena alimentación, realizar actividad física y practicar técnicas de relajación. En casos más severos, buscar apoyo profesional psicológico o psiquiátrico, pueden marcar una diferencia significativa.