La tarde de este martes, el Trigésimo Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago acreditó el delito de abuso sexual cometido por el sacerdote Felipe Berríos en contra de un menor de 15 años -en aquel entonces- durante la realización de un retiro espiritual en la comuna de La Florida, Región Metropolitana, en el año 2000. En el fallo, sin embargo, el juzgado sobreseyó total y definitivamente la causa en contra del cura por prescripción de la acción penal, es decir, por el tiempo transcurrido desde los hechos. De acuerdo con el 34° Juzgado del Crimen de Santiago, el 17 de agosto de aquel año, entre las 20:00 y 21:00 horas, el exjesuita procedió a realizar actos de relevancia y connotación sexual en contra de la víctima en el Santuario de Schoenstatt. El hecho descrito, constituye un acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas de cargo incorporadas al proceso, que recaen sobre el contexto en que se ejecutó aquel evento abusivo y la develación de los hechos, agregó el juez en su decisión. Asimismo, acreditó el acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas, y la voluntad manifiesta de realización del delito, concurriendo de esa forma el dolo directo. Así las cosas, cabe recordar que el clérigo fue expulsado de la Compañía de Jesús en 2024, ya había sido sobreseído de otra denuncia de abusos en 2023. En esa ocasión, la Fiscalía decidió no perseverar y su defensa impulsó que la justicia cerrara la causa con el sobreseimiento definitivo. Con todo y pese a que la justicia chilena en ese entonces no encontró delito, su congregación determinó expulsarlo en mayo de 2024 como “culpable de delitos contra el sexto mandamiento”, el que dice: “No cometerás actos impuros”.
La tarde de este martes, el Trigésimo Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago acreditó el delito de abuso sexual cometido por el sacerdote Felipe Berríos en contra de un menor de 15 años -en aquel entonces- durante la realización de un retiro espiritual en la comuna de La Florida, Región Metropolitana, en el año 2000. En el fallo, sin embargo, el juzgado sobreseyó total y definitivamente la causa en contra del cura por prescripción de la acción penal, es decir, por el tiempo transcurrido desde los hechos. De acuerdo con el 34° Juzgado del Crimen de Santiago, el 17 de agosto de aquel año, entre las 20:00 y 21:00 horas, el exjesuita procedió a realizar actos de relevancia y connotación sexual en contra de la víctima en el Santuario de Schoenstatt. El hecho descrito, constituye un acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas de cargo incorporadas al proceso, que recaen sobre el contexto en que se ejecutó aquel evento abusivo y la develación de los hechos, agregó el juez en su decisión. Asimismo, acreditó el acto de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido, apareciendo dicho relato como coincidente, en lo fundamental, con las demás pruebas, y la voluntad manifiesta de realización del delito, concurriendo de esa forma el dolo directo. Así las cosas, cabe recordar que el clérigo fue expulsado de la Compañía de Jesús en 2024, ya había sido sobreseído de otra denuncia de abusos en 2023. En esa ocasión, la Fiscalía decidió no perseverar y su defensa impulsó que la justicia cerrara la causa con el sobreseimiento definitivo. Con todo y pese a que la justicia chilena en ese entonces no encontró delito, su congregación determinó expulsarlo en mayo de 2024 como “culpable de delitos contra el sexto mandamiento”, el que dice: “No cometerás actos impuros”.