La Región de Antofagasta recibió apenas el 5,4% de la inversión nacional en infraestructura pública entre 2010 y 2024, según un análisis regionalizado del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI). El estudio contabiliza US$ 3.964 millones destinados a obras de uso público financiadas tanto por el Gobierno Central como por el sistema de concesiones, evidenciando una brecha persistente en el norte del país. De acuerdo con el informe, la participación regional comenzó en 6,5% durante el periodo 2010-2013, pero desde entonces registró una caída sostenida, estabilizándose en torno al 4,5% en los años recientes. Esta disminución de dos puntos porcentuales refleja una pérdida relativa de peso dentro del panorama nacional. Si se analiza por habitante, el gasto anual llegó a $361.069 en 2024. A nivel país, la Región Metropolitana concentró el 19,1% del total —más de US$ 14.000 millones en 14 años—, seguida por Biobío y Valparaíso, que rondaron el 10% cada una. En el extremo opuesto, regiones como Arica y Parinacota (3,1%), Tarapacá (3%), Aysén (2,85%) y Magallanes (3,4%) registraron las proporciones más bajas. El informe también detalla la distribución sectorial. Antofagasta recibió el 4,6% de la inversión del Ministerio de Obras Públicas y el 9% de los recursos bajo el modelo de concesiones. Entre 2010 y 2021 obtuvo el 7,3% de los fondos administrados por Interior, mientras que en 2022-2024 los gobiernos regionales aportaron el 6% del total. En el desglose por carteras, la región no registró inversión del Ministerio de Educación, mientras que Salud aportó el 3,1% y Vivienda, el 4,3%. Estas cifras, publicadas por SoyChile.cl, plantean un desafío estratégico para una región clave en la economía nacional y profundizan el debate sobre la equidad territorial en inversión pública.
La Región de Antofagasta recibió apenas el 5,4% de la inversión nacional en infraestructura pública entre 2010 y 2024, según un análisis regionalizado del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI). El estudio contabiliza US$ 3.964 millones destinados a obras de uso público financiadas tanto por el Gobierno Central como por el sistema de concesiones, evidenciando una brecha persistente en el norte del país. De acuerdo con el informe, la participación regional comenzó en 6,5% durante el periodo 2010-2013, pero desde entonces registró una caída sostenida, estabilizándose en torno al 4,5% en los años recientes. Esta disminución de dos puntos porcentuales refleja una pérdida relativa de peso dentro del panorama nacional. Si se analiza por habitante, el gasto anual llegó a $361.069 en 2024. A nivel país, la Región Metropolitana concentró el 19,1% del total —más de US$ 14.000 millones en 14 años—, seguida por Biobío y Valparaíso, que rondaron el 10% cada una. En el extremo opuesto, regiones como Arica y Parinacota (3,1%), Tarapacá (3%), Aysén (2,85%) y Magallanes (3,4%) registraron las proporciones más bajas. El informe también detalla la distribución sectorial. Antofagasta recibió el 4,6% de la inversión del Ministerio de Obras Públicas y el 9% de los recursos bajo el modelo de concesiones. Entre 2010 y 2021 obtuvo el 7,3% de los fondos administrados por Interior, mientras que en 2022-2024 los gobiernos regionales aportaron el 6% del total. En el desglose por carteras, la región no registró inversión del Ministerio de Educación, mientras que Salud aportó el 3,1% y Vivienda, el 4,3%. Estas cifras, publicadas por SoyChile.cl, plantean un desafío estratégico para una región clave en la economía nacional y profundizan el debate sobre la equidad territorial en inversión pública.