La Fuerza Aérea de Chile (FACh) confirmó este fin de semana que ha iniciado una investigación para determinar si los restos de un avión encontrados recientemente en el sector de Morro Moreno, Antofagasta, corresponden a una aeronave B-26 desaparecida hace 63 años. El hallazgo fue realizado por un grupo de excursionistas, quienes dieron con piezas oxidadas de lo que parecían ser partes de un avión militar, incluyendo el fuselaje, marcos de ventanas y telas quemadas. Este descubrimiento reactiva la búsqueda de la aeronave N°838, que se extravió el 10 de mayo de 1962, declarando como fallecidos a sus tres pilotos: el teniente Mario Sepúlveda Zúñiga, el subteniente Gracián Figueroa Navarrete y el subteniente Pedro Gutiérrez Araya. Tras ser notificada, la FACh se puso en contacto con los excursionistas y envió a personal de la V° Brigada Aérea al lugar del hallazgo. A través de un comunicado, la institución explicó que el equipo realizará un trabajo minucioso, detallado y que tomará varias jornadas para levantar y analizar las piezas. Sin embargo, la FACh ha sido cautelosa, señalando que entre 1955 y 1981 se registraron ocho accidentes aéreos en la zona, por lo que no se puede asegurar que los restos pertenezcan al avión B-26 sin un análisis pericial riguroso. Finalmente, uno de los excursionistas, Mauro Gómez, expresó su esperanza de que este hallazgo pueda dar un cierre a los familiares de los pilotos desaparecidos, quienes ya han contactado al grupo para explorar la posibilidad de erigir un memorial.Pensamos que este hallazgo ocurrió por algo... esperamos que este hecho cierre un ciclo para los familiares de los caídos, afirmó Gómez.
La Fuerza Aérea de Chile (FACh) confirmó este fin de semana que ha iniciado una investigación para determinar si los restos de un avión encontrados recientemente en el sector de Morro Moreno, Antofagasta, corresponden a una aeronave B-26 desaparecida hace 63 años. El hallazgo fue realizado por un grupo de excursionistas, quienes dieron con piezas oxidadas de lo que parecían ser partes de un avión militar, incluyendo el fuselaje, marcos de ventanas y telas quemadas. Este descubrimiento reactiva la búsqueda de la aeronave N°838, que se extravió el 10 de mayo de 1962, declarando como fallecidos a sus tres pilotos: el teniente Mario Sepúlveda Zúñiga, el subteniente Gracián Figueroa Navarrete y el subteniente Pedro Gutiérrez Araya. Tras ser notificada, la FACh se puso en contacto con los excursionistas y envió a personal de la V° Brigada Aérea al lugar del hallazgo. A través de un comunicado, la institución explicó que el equipo realizará un trabajo minucioso, detallado y que tomará varias jornadas para levantar y analizar las piezas. Sin embargo, la FACh ha sido cautelosa, señalando que entre 1955 y 1981 se registraron ocho accidentes aéreos en la zona, por lo que no se puede asegurar que los restos pertenezcan al avión B-26 sin un análisis pericial riguroso. Finalmente, uno de los excursionistas, Mauro Gómez, expresó su esperanza de que este hallazgo pueda dar un cierre a los familiares de los pilotos desaparecidos, quienes ya han contactado al grupo para explorar la posibilidad de erigir un memorial.Pensamos que este hallazgo ocurrió por algo... esperamos que este hecho cierre un ciclo para los familiares de los caídos, afirmó Gómez.