Con una amplia mayoría, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó este lunes, en su último trámite legislativo, el proyecto de Reforma Integral al Sistema de Adopción en Chile, que será ahora enviado al Presidente Gabriel Boric para su promulgación como ley de la República. La nueva normativa, que fue ingresada en octubre de 2013, pone el foco en el interés superior de niños, niñas y adolescentes (NNA), reconociendo su derecho a vivir y desarrollarse en el seno de una familia que les asegure afecto, protección y cuidados esenciales, cualquiera sea su composición. Durante su debate, la propuesta recibió más de 400 modificaciones, muchas de ellas orientadas a actualizar el sistema en línea con otras leyes vigentes como la Ley de Garantías de la Niñez. Una de las innovaciones más destacadas es la reducción de los plazos del proceso de adopción, que actualmente puede extenderse por hasta ocho años, y que con la nueva norma podría acortarse a un máximo de dos. Derechos y garantías en el centro del proceso La ley se estructura en nueve títulos, abordando desde principios generales hasta procedimientos nacionales e internacionales, resguardo de orígenes, y nuevas figuras como la adopción por integración. También se reconoce el derecho de los NNA a ser oídos en todo momento del procedimiento, así como a contar con representación jurídica especializada, gratuita e independiente. En cuanto a las familias de acogida, se abre la posibilidad —en casos excepcionales— de que puedan adoptar a un menor si éste ha permanecido con ellos de forma continua por al menos 18 meses. Además, se prohíbe expresamente que la declaración de adoptabilidad se fundamente en la pobreza o en discriminación arbitraria hacia los progenitores o su entorno. Identidad y origen: un derecho irrenunciable Otro punto relevante es el reconocimiento del derecho a la identidad. Las personas adoptadas podrán acceder a información sobre sus orígenes, incluyendo la identidad de sus progenitores y hermanos biológicos, así como los antecedentes sobre su historia previa a la adopción. También se regula el procedimiento de adoptabilidad por cesión voluntaria, permitiendo que la persona embarazada o los progenitores puedan iniciar este proceso desde antes del nacimiento hasta los 18 meses posteriores. En este caso, el derecho a retractarse es irrenunciable. El proyecto fue aprobado con amplio respaldo en la Cámara de Diputadas y Diputados, con 119 votos a favor y solo cinco abstenciones, y fue valorado por poner a los NNA al centro del sistema.
Con una amplia mayoría, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó este lunes, en su último trámite legislativo, el proyecto de Reforma Integral al Sistema de Adopción en Chile, que será ahora enviado al Presidente Gabriel Boric para su promulgación como ley de la República. La nueva normativa, que fue ingresada en octubre de 2013, pone el foco en el interés superior de niños, niñas y adolescentes (NNA), reconociendo su derecho a vivir y desarrollarse en el seno de una familia que les asegure afecto, protección y cuidados esenciales, cualquiera sea su composición. Durante su debate, la propuesta recibió más de 400 modificaciones, muchas de ellas orientadas a actualizar el sistema en línea con otras leyes vigentes como la Ley de Garantías de la Niñez. Una de las innovaciones más destacadas es la reducción de los plazos del proceso de adopción, que actualmente puede extenderse por hasta ocho años, y que con la nueva norma podría acortarse a un máximo de dos. Derechos y garantías en el centro del proceso La ley se estructura en nueve títulos, abordando desde principios generales hasta procedimientos nacionales e internacionales, resguardo de orígenes, y nuevas figuras como la adopción por integración. También se reconoce el derecho de los NNA a ser oídos en todo momento del procedimiento, así como a contar con representación jurídica especializada, gratuita e independiente. En cuanto a las familias de acogida, se abre la posibilidad —en casos excepcionales— de que puedan adoptar a un menor si éste ha permanecido con ellos de forma continua por al menos 18 meses. Además, se prohíbe expresamente que la declaración de adoptabilidad se fundamente en la pobreza o en discriminación arbitraria hacia los progenitores o su entorno. Identidad y origen: un derecho irrenunciable Otro punto relevante es el reconocimiento del derecho a la identidad. Las personas adoptadas podrán acceder a información sobre sus orígenes, incluyendo la identidad de sus progenitores y hermanos biológicos, así como los antecedentes sobre su historia previa a la adopción. También se regula el procedimiento de adoptabilidad por cesión voluntaria, permitiendo que la persona embarazada o los progenitores puedan iniciar este proceso desde antes del nacimiento hasta los 18 meses posteriores. En este caso, el derecho a retractarse es irrenunciable. El proyecto fue aprobado con amplio respaldo en la Cámara de Diputadas y Diputados, con 119 votos a favor y solo cinco abstenciones, y fue valorado por poner a los NNA al centro del sistema.