La costa de Antofagasta continúa posicionándose como uno de los mejores lugares del norte de Chile para el avistamiento de cetáceos, especialmente durante la temporada alta que se extiende entre octubre y noviembre. La abundancia de alimento en la bahía atrae cada año a diversas especies de ballenas y delfines, convirtiendo a la región en un punto privilegiado para la observación de fauna marina. Entre las especies más comunes destacan la ballena fin ( Balaenoptera physalus), una de las más frecuentes y objeto de estudios de fotoidentificación; la ballena jorobada ( Megaptera novaeangliae); la ballena sei ( Balaenoptera borealis); así como orcas que ocasionalmente se dejan ver en la bahía de San Jorge. A estos avistamientos se suman delfines comunes y nariz de botella, que suelen desplazarse en grandes grupos, y registros esporádicos de cachalotes en aguas más profundas. Aunque los avistamientos pueden ocurrir durante todo el año, es en primavera cuando se registra el mayor flujo de ejemplares, coincidiendo con rutas migratorias y condiciones oceánicas favorables. Este fenómeno ha impulsado la oferta turística local, donde operadores como Ocean Adventure Chile realizan salidas especializadas con foco en la observación responsable. Las autoridades, particularmente Sernapesca, reforzaron el llamado a mantener buenas prácticas durante estos recorridos. Entre las recomendaciones se incluyen respetar las distancias establecidas, evitar maniobras bruscas y reducir el ruido para no alterar el comportamiento natural de los animales. El cumplimiento de la normativa es clave para proteger a las especies y permitir que la experiencia turística se desarrolle de manera segura y sostenible. Con cada temporada, Antofagasta reafirma su potencial como un destino de ecoturismo marino, ofreciendo un espectáculo natural que conecta a residentes y visitantes con la riqueza de su ecosistema costero.
Un terremoto de magnitud 7,6 sacudió este lunes el norte de Japón, provocando que la Agencia Meteorológica (JMA) activara una alerta de tsunami de hasta tres metros y ordenara la evacuación preventiva de más de 13.000 personas. Hasta ahora no se han reportado víctimas ni daños materiales de consideración, aunque el evento fue percibido en amplias zonas del país. El movimiento telúrico ocurrió a las 23:15 horas locales frente a las costas de la prefectura de Aomori, con un epicentro ubicado a 50 kilómetros de profundidad. La intensidad alcanzó nivel 6 superior en la ciudad de Hachinohe y nivel 6 inferior en Oirase y Hashikami, según la escala sísmica japonesa —centrada en medir la agitación superficial y su potencial destructivo—. El sismo también se sintió en Tokio, donde llegó al nivel 2. #SenapredInforma SHOA indica que sismo, magnitud 7.6, localizado 32 KM al NE de Morioka, Japón, NO reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile. Más información en https://t.co/Opwl4MWbUS — SENAPRED (@Senapred) December 8, 2025 Ante la magnitud del evento, se emitieron alertas de tsunami para Aomori, Iwate y el sur de Hokkaido, mientras que Miyagi, Fukushima y parte de las costas del Pacífico quedaron bajo advertencias menores por variaciones en el nivel del mar. Las autoridades pidieron a la población mantenerse alejada de playas, riberas y zonas de riesgo. En Chile, Senapred informó inicialmente que el SHOA evaluaba si el evento representaba una amenaza para las costas nacionales. Minutos más tarde, el organismo confirmó a través de X que “el sismo no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile”, descartando cualquier riesgo para el territorio. El fuerte sismo vuelve a recordar la alta sismicidad del cinturón del Pacífico y la importancia de los protocolos de evacuación temprana. Mientras Japón mantiene su monitoreo en tiempo real, las autoridades chilenas llamaron a informarse solo por canales oficiales ante este tipo de emergencias internacionales.
La costa de Antofagasta continúa posicionándose como uno de los mejores lugares del norte de Chile para el avistamiento de cetáceos, especialmente durante la temporada alta que se extiende entre octubre y noviembre. La abundancia de alimento en la bahía atrae cada año a diversas especies de ballenas y delfines, convirtiendo a la región en un punto privilegiado para la observación de fauna marina. Entre las especies más comunes destacan la ballena fin ( Balaenoptera physalus), una de las más frecuentes y objeto de estudios de fotoidentificación; la ballena jorobada ( Megaptera novaeangliae); la ballena sei ( Balaenoptera borealis); así como orcas que ocasionalmente se dejan ver en la bahía de San Jorge. A estos avistamientos se suman delfines comunes y nariz de botella, que suelen desplazarse en grandes grupos, y registros esporádicos de cachalotes en aguas más profundas. Aunque los avistamientos pueden ocurrir durante todo el año, es en primavera cuando se registra el mayor flujo de ejemplares, coincidiendo con rutas migratorias y condiciones oceánicas favorables. Este fenómeno ha impulsado la oferta turística local, donde operadores como Ocean Adventure Chile realizan salidas especializadas con foco en la observación responsable. Las autoridades, particularmente Sernapesca, reforzaron el llamado a mantener buenas prácticas durante estos recorridos. Entre las recomendaciones se incluyen respetar las distancias establecidas, evitar maniobras bruscas y reducir el ruido para no alterar el comportamiento natural de los animales. El cumplimiento de la normativa es clave para proteger a las especies y permitir que la experiencia turística se desarrolle de manera segura y sostenible. Con cada temporada, Antofagasta reafirma su potencial como un destino de ecoturismo marino, ofreciendo un espectáculo natural que conecta a residentes y visitantes con la riqueza de su ecosistema costero.
Un terremoto de magnitud 7,6 sacudió este lunes el norte de Japón, provocando que la Agencia Meteorológica (JMA) activara una alerta de tsunami de hasta tres metros y ordenara la evacuación preventiva de más de 13.000 personas. Hasta ahora no se han reportado víctimas ni daños materiales de consideración, aunque el evento fue percibido en amplias zonas del país. El movimiento telúrico ocurrió a las 23:15 horas locales frente a las costas de la prefectura de Aomori, con un epicentro ubicado a 50 kilómetros de profundidad. La intensidad alcanzó nivel 6 superior en la ciudad de Hachinohe y nivel 6 inferior en Oirase y Hashikami, según la escala sísmica japonesa —centrada en medir la agitación superficial y su potencial destructivo—. El sismo también se sintió en Tokio, donde llegó al nivel 2. #SenapredInforma SHOA indica que sismo, magnitud 7.6, localizado 32 KM al NE de Morioka, Japón, NO reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile. Más información en https://t.co/Opwl4MWbUS — SENAPRED (@Senapred) December 8, 2025 Ante la magnitud del evento, se emitieron alertas de tsunami para Aomori, Iwate y el sur de Hokkaido, mientras que Miyagi, Fukushima y parte de las costas del Pacífico quedaron bajo advertencias menores por variaciones en el nivel del mar. Las autoridades pidieron a la población mantenerse alejada de playas, riberas y zonas de riesgo. En Chile, Senapred informó inicialmente que el SHOA evaluaba si el evento representaba una amenaza para las costas nacionales. Minutos más tarde, el organismo confirmó a través de X que “el sismo no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile”, descartando cualquier riesgo para el territorio. El fuerte sismo vuelve a recordar la alta sismicidad del cinturón del Pacífico y la importancia de los protocolos de evacuación temprana. Mientras Japón mantiene su monitoreo en tiempo real, las autoridades chilenas llamaron a informarse solo por canales oficiales ante este tipo de emergencias internacionales.