Este jueves en la mañana la Delegación Presidencial Regional junto a Carabineros realizaron un operativo en calles aledañas a la Vega Central de Antofagasta. Durante el cual prohibieron funcionar a un restorán y una shopería, además de aplicar 20 infracciones a conductores y más de 70 controles. Los funcionarios desalojaron tres ocupaciones irregulares ubicadas en Avenida Iquique, entre las calles Sargento Aldea y Ovalle, retirando más de 35 toneladas de material voluminoso. En otro punto, la Seremi de Transportes realizó 26 fiscalizaciones, dejando como resultado 17 infracciones a vehículos mal estacionados y tres infracciones a conductores por no contar con la documentación necesaria. Por su parte, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) inspeccionó diversos locales comerciales, detectando irregularidades en instalaciones eléctricas y de gas, por las que exigieron contratar un instalador, además de una entidad certificadora para regularizar las deficiencias. En tanto, la Inspección del Trabajo llevó a cabo tres fiscalizaciones. En dos de los locales comerciales había trabajadores desempeñando funciones de manera informal, siendo ambos establecimientos infraccionados con el compromiso de corregir las irregularidades en un plazo de dos días hábiles, en los que deberán presentar la documentación correspondiente. El Servicio de Impuestos Internos (SII) fiscalizó 13 locales comerciales establecidos. En ocho de ellos, cursaron infracciones por no otorgar boleta electrónica de ventas, mientras que dos dueños de locales quedaron citados para regularizar situaciones tributarias. Tanto los infraccionados como los citados, arriesgan multas de hasta un millón de pesos. Hallan fecas de roedor en shopería La Seremi de Salud fiscalizó cuatro locales establecidos y un ambulante (que fue sumariado por no tener resolución sanitaria), logrando con ello la desnaturalización de más de 136 kilos de comida cruda y elaborada, entre tamales cocidos, cazuela, chuño, chicharrón, ensaladas sin refrigeración, masas horneadas y salsas en base a huevo, entre otros. Además, la autoridad sanitaria decretó dos prohibiciones de funcionamiento. En el primer local, un restorán ubicado en calle Calama, en el cual detectaron deficiencias como contaminación cruzada, alimentos a nivel del piso junto con los basureros, presencia de vectores, trampa para ratones cerca de los alimentos y ollas. En el segundo local, una shopería ubicada calle Iquique, detectaron la presencia de fecas de roedor. Por otra parte, no existe baño de personal, baños de uso público sin implementos de aseo (jabón y sistema de secado de mano) y otras deficiencias sanitarias. En una fábrica de masas ubicada en calle Calama, dictaminaron el respectivo sumario sanitario, debido a que se desconoce la procedencia de los productos porque no están debidamente rotulados. Mientras que en al restorán de calle Calama, exigieron aplicar mejoras en la cocina y manipulación de alimentos a la brevedad.
Dos roedores desplazándose al interior del local comercial, fue el insólito escenario que profesionales de la Unidad de Alimentos de la Seremi de Salud detectaron durante una inspección a la Panadería San Javier, ubicada en el sector Grandón al norte de Antofagasta. La seremi de Salud, Jessica Bravo, explicó que la fiscalización obedeció a una denuncia ciudadana ingresada en la Oficina de Informaciones Reclamos y Sugerencias (OIRS) que refería importantes falencias sanitarias en el negocio. La nómina de deficiencias incluía también moscas sobre los panes para la venta, bodegas de alimentos con heces de roedor y baratas muertas. Por otra parte, los paños de panadería estaban colgados para secarse expuestos al ambiente con palomas y gorriones sobre ellos. Rn un segundo piso, verificaron la existencia de un área de elaboración, utilizada para la preparación de postres, la que aún se encuentra en etapa de construcción. Lugar donde encontraron espacios abiertos con heces de palomas escurriendo por las paredes, plumas en el piso y moscas. Debido a lo anterior, la autoridad sanitaria prohibió el funcionamiento de la panadería hasta que zanjen todas sus falencias, arriesgando sanciones que fluctúan entre un décimo y las mil UTM.
Este jueves en la mañana la Delegación Presidencial Regional junto a Carabineros realizaron un operativo en calles aledañas a la Vega Central de Antofagasta. Durante el cual prohibieron funcionar a un restorán y una shopería, además de aplicar 20 infracciones a conductores y más de 70 controles. Los funcionarios desalojaron tres ocupaciones irregulares ubicadas en Avenida Iquique, entre las calles Sargento Aldea y Ovalle, retirando más de 35 toneladas de material voluminoso. En otro punto, la Seremi de Transportes realizó 26 fiscalizaciones, dejando como resultado 17 infracciones a vehículos mal estacionados y tres infracciones a conductores por no contar con la documentación necesaria. Por su parte, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) inspeccionó diversos locales comerciales, detectando irregularidades en instalaciones eléctricas y de gas, por las que exigieron contratar un instalador, además de una entidad certificadora para regularizar las deficiencias. En tanto, la Inspección del Trabajo llevó a cabo tres fiscalizaciones. En dos de los locales comerciales había trabajadores desempeñando funciones de manera informal, siendo ambos establecimientos infraccionados con el compromiso de corregir las irregularidades en un plazo de dos días hábiles, en los que deberán presentar la documentación correspondiente. El Servicio de Impuestos Internos (SII) fiscalizó 13 locales comerciales establecidos. En ocho de ellos, cursaron infracciones por no otorgar boleta electrónica de ventas, mientras que dos dueños de locales quedaron citados para regularizar situaciones tributarias. Tanto los infraccionados como los citados, arriesgan multas de hasta un millón de pesos. Hallan fecas de roedor en shopería La Seremi de Salud fiscalizó cuatro locales establecidos y un ambulante (que fue sumariado por no tener resolución sanitaria), logrando con ello la desnaturalización de más de 136 kilos de comida cruda y elaborada, entre tamales cocidos, cazuela, chuño, chicharrón, ensaladas sin refrigeración, masas horneadas y salsas en base a huevo, entre otros. Además, la autoridad sanitaria decretó dos prohibiciones de funcionamiento. En el primer local, un restorán ubicado en calle Calama, en el cual detectaron deficiencias como contaminación cruzada, alimentos a nivel del piso junto con los basureros, presencia de vectores, trampa para ratones cerca de los alimentos y ollas. En el segundo local, una shopería ubicada calle Iquique, detectaron la presencia de fecas de roedor. Por otra parte, no existe baño de personal, baños de uso público sin implementos de aseo (jabón y sistema de secado de mano) y otras deficiencias sanitarias. En una fábrica de masas ubicada en calle Calama, dictaminaron el respectivo sumario sanitario, debido a que se desconoce la procedencia de los productos porque no están debidamente rotulados. Mientras que en al restorán de calle Calama, exigieron aplicar mejoras en la cocina y manipulación de alimentos a la brevedad.
Dos roedores desplazándose al interior del local comercial, fue el insólito escenario que profesionales de la Unidad de Alimentos de la Seremi de Salud detectaron durante una inspección a la Panadería San Javier, ubicada en el sector Grandón al norte de Antofagasta. La seremi de Salud, Jessica Bravo, explicó que la fiscalización obedeció a una denuncia ciudadana ingresada en la Oficina de Informaciones Reclamos y Sugerencias (OIRS) que refería importantes falencias sanitarias en el negocio. La nómina de deficiencias incluía también moscas sobre los panes para la venta, bodegas de alimentos con heces de roedor y baratas muertas. Por otra parte, los paños de panadería estaban colgados para secarse expuestos al ambiente con palomas y gorriones sobre ellos. Rn un segundo piso, verificaron la existencia de un área de elaboración, utilizada para la preparación de postres, la que aún se encuentra en etapa de construcción. Lugar donde encontraron espacios abiertos con heces de palomas escurriendo por las paredes, plumas en el piso y moscas. Debido a lo anterior, la autoridad sanitaria prohibió el funcionamiento de la panadería hasta que zanjen todas sus falencias, arriesgando sanciones que fluctúan entre un décimo y las mil UTM.