Este martes, se entregaron los resultados de un estudio que mide los niveles de burocracia en ciertos países. En ese contexto, Chile, Argentina y Panamá son los países iberoamericanos donde las nuevas empresas tardan más tiempo en gestionar trámites para abrir, según reveló el Índice de Burocracia 2025 de la Universidad Internacional de Florida (FIU), que sitúa a Brasil como el menos burocrático. En suma, las compañías en Chile destinan 5.227 horas en tramitar su apertura, lo que equivale a más de dos años de jornadas laborales, mientras que en Brasil solo invierten 284 horas o 35 jornadas, expuso el estudio del Adam Smith Center de FIU, que incluye a 18 países de Latinoamérica y el Caribe, además de España, Portugal e Italia. La medición contempla a medianas empresas, que por lo general tienen entre 50 y 250 trabajadores y una facturación de 100.000 dólares a 3 millones de dólares anuales, o entre 2 millones y 11 millones de euros en el caso de los países europeos. Después de Chile, las compañías tardan más tiempo en abrir en Argentina (4.496 horas), Panamá (3.392), Perú (3.332) y Trinidad y Tobago (2.789). En contraste, además de Brasil, destinan menos horas en Portugal (313), República Dominicana (551), México (675) y Paraguay (720). La lista, de mayor a menor, la completan Colombia (2.475 horas), Guatemala (2.283), Italia (2.085), Bolivia (2.060), Guyana (1.933), Ecuador (1.493), Honduras (1.360), Uruguay (984), Costa Rica (824), España (792), y El Salvador (790). En las naciones estudiadas, las empresas medianas requieren un promedio de 1.850 horas para abrir ese negocio y dejarlo en condiciones de operar de manera formal, señaló el reporte, que estima un costo de oportunidad en conjunto de 110.500 millones de dólares anuales en el tiempo gastado en trámites. Las pequeñas y medianas empresas -motor fundamental del empleo, la innovación y la competitividad- enfrentan en muchos contextos trabas administrativas que limitan su crecimiento y sostenibilidad, expuso Sary Levy Carciente, autora y coordinadora de la investigación del Adam Smith Center, en el informe.
Este martes, se entregaron los resultados de un estudio que mide los niveles de burocracia en ciertos países. En ese contexto, Chile, Argentina y Panamá son los países iberoamericanos donde las nuevas empresas tardan más tiempo en gestionar trámites para abrir, según reveló el Índice de Burocracia 2025 de la Universidad Internacional de Florida (FIU), que sitúa a Brasil como el menos burocrático. En suma, las compañías en Chile destinan 5.227 horas en tramitar su apertura, lo que equivale a más de dos años de jornadas laborales, mientras que en Brasil solo invierten 284 horas o 35 jornadas, expuso el estudio del Adam Smith Center de FIU, que incluye a 18 países de Latinoamérica y el Caribe, además de España, Portugal e Italia. La medición contempla a medianas empresas, que por lo general tienen entre 50 y 250 trabajadores y una facturación de 100.000 dólares a 3 millones de dólares anuales, o entre 2 millones y 11 millones de euros en el caso de los países europeos. Después de Chile, las compañías tardan más tiempo en abrir en Argentina (4.496 horas), Panamá (3.392), Perú (3.332) y Trinidad y Tobago (2.789). En contraste, además de Brasil, destinan menos horas en Portugal (313), República Dominicana (551), México (675) y Paraguay (720). La lista, de mayor a menor, la completan Colombia (2.475 horas), Guatemala (2.283), Italia (2.085), Bolivia (2.060), Guyana (1.933), Ecuador (1.493), Honduras (1.360), Uruguay (984), Costa Rica (824), España (792), y El Salvador (790). En las naciones estudiadas, las empresas medianas requieren un promedio de 1.850 horas para abrir ese negocio y dejarlo en condiciones de operar de manera formal, señaló el reporte, que estima un costo de oportunidad en conjunto de 110.500 millones de dólares anuales en el tiempo gastado en trámites. Las pequeñas y medianas empresas -motor fundamental del empleo, la innovación y la competitividad- enfrentan en muchos contextos trabas administrativas que limitan su crecimiento y sostenibilidad, expuso Sary Levy Carciente, autora y coordinadora de la investigación del Adam Smith Center, en el informe.