La Compañía de Jesús anunció la expulsión de Felipe Berríos, reconocido sacerdote y fundador de Techo, tras concluir un proceso administrativo penal en su contra. La decisión fue tomada después de que el padre general de la orden en Roma evaluara las pruebas reunidas en la investigación previa canónica, que determinó la verosimilitud de las acusaciones de connotación sexual presentadas por ocho denunciantes. El Vaticano le ha prohibido ejercer públicamente el sacerdocio y tener cualquier contacto pastoral con menores de edad durante un periodo de 10 años. El proceso penal fue liderado por Dante Simón, vicario judicial de la Arquidiócesis de Córdoba, quien evaluó los antecedentes y escuchó la defensa de Berríos. Los hechos investigados, en su mayoría, fueron reportados por siete mujeres que afirman haber sido víctimas de Berríos entre los 14 y 23 años de edad, mientras él actuaba como guía espiritual. Simón también examinó una octava denuncia y posteriormente envió sus conclusiones a la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma. La Compañía de Jesús ha declarado a Berríos culpable de violar el sexto mandamiento (no cometerás actos impuros) con menores de edad y de incitar a pecar en relación a este mismo precepto durante la confesión. La orden emitió una disculpa pública, señalando: “ Como Compañía de Jesús, con humildad pedimos perdón a las víctimas, sus familias y cercanos por el dolor causado. Hechos como estos jamás deberían ocurrir ”. Pese a que Berríos había presentado previamente su renuncia a la orden, no había solicitado su dimisión. En una carta a sus allegados, criticó a la Compañía de Jesús por no haberle brindado apoyo durante el proceso y anunció su salida para regresar al campamento Luz Divina en Antofagasta. En junio de 2023, el 12° Juzgado de Garantía de Santiago lo sobreseyó definitivamente de una denuncia apoyada por la Fundación para la Confianza. Sin embargo, las sanciones impuestas por el Vaticano aún pueden ser apeladas. El caso de Berríos ha generado un profundo impacto en la sociedad chilena, reflejando las complejidades y desafíos que enfrenta la Iglesia Católica en su compromiso por abordar y prevenir los abusos sexuales dentro de la institución.
La Señora Lucia Warles de 72 años desafió sus propias barreras y se matriculó en la carrera de Trabajo Social en la universidad de Coquimbo. Su decisión surgió después de conocer los res ultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) que rindió en noviembre del 2023, y fue su primera opción. Al respecto, la señora Lucia expresó que se decidió por esta disciplina debido a sus ganas de ayudar a las otras personas. “Me encanta la cercanía y sentirme útil en la sociedad, y esta carrera se ajusta a eso, a lo que más me gusta. Además, compartió su motivación al elegir la universidad, mencionando su excelencia académica, seguridad y responsabilidad como factores determinantes en su elección. Con entusiasmo, Lucia compartió sus impresiones e indicó que “se me dio la ocasión de terminarla enseñanza media y prepararme en el mismo colegio para la PAES. Eso me dio ánimo y demostró que puedo seguir haciendo cosas, que mi cabeza aún tiene mucho por aprender. Aunque siento un poco de susto ante este nuevo desafío, tengo ganas y confío en que me irá bien. Lucia también aprovechó la oportunidad para alentar a otras personas mayores a seguir sus pasos, afirmando que la experiencia de vida les brinda una perspectiva única que puede potenciar su aprendizaje. Les puedo decir que no se sientan menos por la edad, porque en esta etapa tenemos mucho que aprender, y la experiencia de vida nos ayuda mejor a absorber el estudio. No tengan miedo, porque los adultos mayores todavía podemos aprender, trasmitir conocimiento y comunicarnos con los más jóvenes. Nunca es tarde para seguir nuestros sueños, concluyó. Con esta inspiradora determinación, Lucia Warles se embarca en un nuevo capítulo de su vida, demostrando que nunca es tarde para perseguir la educación y contribuir al bienestar de la sociedad.
La Compañía de Jesús anunció la expulsión de Felipe Berríos, reconocido sacerdote y fundador de Techo, tras concluir un proceso administrativo penal en su contra. La decisión fue tomada después de que el padre general de la orden en Roma evaluara las pruebas reunidas en la investigación previa canónica, que determinó la verosimilitud de las acusaciones de connotación sexual presentadas por ocho denunciantes. El Vaticano le ha prohibido ejercer públicamente el sacerdocio y tener cualquier contacto pastoral con menores de edad durante un periodo de 10 años. El proceso penal fue liderado por Dante Simón, vicario judicial de la Arquidiócesis de Córdoba, quien evaluó los antecedentes y escuchó la defensa de Berríos. Los hechos investigados, en su mayoría, fueron reportados por siete mujeres que afirman haber sido víctimas de Berríos entre los 14 y 23 años de edad, mientras él actuaba como guía espiritual. Simón también examinó una octava denuncia y posteriormente envió sus conclusiones a la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma. La Compañía de Jesús ha declarado a Berríos culpable de violar el sexto mandamiento (no cometerás actos impuros) con menores de edad y de incitar a pecar en relación a este mismo precepto durante la confesión. La orden emitió una disculpa pública, señalando: “ Como Compañía de Jesús, con humildad pedimos perdón a las víctimas, sus familias y cercanos por el dolor causado. Hechos como estos jamás deberían ocurrir ”. Pese a que Berríos había presentado previamente su renuncia a la orden, no había solicitado su dimisión. En una carta a sus allegados, criticó a la Compañía de Jesús por no haberle brindado apoyo durante el proceso y anunció su salida para regresar al campamento Luz Divina en Antofagasta. En junio de 2023, el 12° Juzgado de Garantía de Santiago lo sobreseyó definitivamente de una denuncia apoyada por la Fundación para la Confianza. Sin embargo, las sanciones impuestas por el Vaticano aún pueden ser apeladas. El caso de Berríos ha generado un profundo impacto en la sociedad chilena, reflejando las complejidades y desafíos que enfrenta la Iglesia Católica en su compromiso por abordar y prevenir los abusos sexuales dentro de la institución.
La Señora Lucia Warles de 72 años desafió sus propias barreras y se matriculó en la carrera de Trabajo Social en la universidad de Coquimbo. Su decisión surgió después de conocer los res ultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) que rindió en noviembre del 2023, y fue su primera opción. Al respecto, la señora Lucia expresó que se decidió por esta disciplina debido a sus ganas de ayudar a las otras personas. “Me encanta la cercanía y sentirme útil en la sociedad, y esta carrera se ajusta a eso, a lo que más me gusta. Además, compartió su motivación al elegir la universidad, mencionando su excelencia académica, seguridad y responsabilidad como factores determinantes en su elección. Con entusiasmo, Lucia compartió sus impresiones e indicó que “se me dio la ocasión de terminarla enseñanza media y prepararme en el mismo colegio para la PAES. Eso me dio ánimo y demostró que puedo seguir haciendo cosas, que mi cabeza aún tiene mucho por aprender. Aunque siento un poco de susto ante este nuevo desafío, tengo ganas y confío en que me irá bien. Lucia también aprovechó la oportunidad para alentar a otras personas mayores a seguir sus pasos, afirmando que la experiencia de vida les brinda una perspectiva única que puede potenciar su aprendizaje. Les puedo decir que no se sientan menos por la edad, porque en esta etapa tenemos mucho que aprender, y la experiencia de vida nos ayuda mejor a absorber el estudio. No tengan miedo, porque los adultos mayores todavía podemos aprender, trasmitir conocimiento y comunicarnos con los más jóvenes. Nunca es tarde para seguir nuestros sueños, concluyó. Con esta inspiradora determinación, Lucia Warles se embarca en un nuevo capítulo de su vida, demostrando que nunca es tarde para perseguir la educación y contribuir al bienestar de la sociedad.