La teórica francesa y crítica de arte, Marion Zilo, escribió el libro “ Faceworld, le visage au XXI siècle” (“Faceworld, el rostro en el siglo XXI”), que trata de las fuentes del narcisismo contemporáneo , del cual la selfie ( autorretrato realizado con la cámara de un celular) es su paroxismo. Y en esta aérea, existe una fecha histórica: la ceremonia de los Premios Oscar en marzo de 2014. Al cierre de esa edición de la gala norteamericana, la presentadora Ellen DeGeneres reunió a un grupo de actrices y actores allí presentes para realizar una 'selfie' . De esa manera, protagonizó uno de los gestos más cotidianos en las redes sociales y lo compartió en twitter. En esa oportunidad, podíamos ver a Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Channing Tatum, Julia Roberts, Bradley Cooper y Angelina Jolie. La propia Ellen DeGeneres redactó el mensaje siguiente: Ojalá el brazo de Bradley (Cooper) fuese más largo. ¡La mejor foto de la historia!, y la viralizó. El Tuit enviado comenzó a correr como la pólvora y rápidamente llegó a alcanzar la impresionante suma de 3 millones de retuits (reenvíos) . No podríamos afirmar si esta fue o no la mejor foto de la historia, como lo autoproclamó la animadora, pero si definitivamente, considerándolo a posteriori, ha sido un hito comunicacional que marcará un antes y un después. Y eso también incluye el mundo político . En efecto, hoy la “celebridad” se ha convertido en un recurso político fundamental . Y eso, porque el campo político ha ganado en heteronomía, es decir que es un “campo laboral” que se ha continuamente abierto a cada vez más actores porque básicamente la dependencia a la opinión pública ha reemplazado la dependencia a las instituciones. Hoy, la opinión pública dicta los pasos de todos los políticos y por eso se habla tanto de “populismo”, porque se “dialoga” directamente con el pueblo, indicándole lo que quiere escuchar, sin importar lo sensato y coherente de lo que se anuncia. Hoy nadie puede negar que hemos asistido a un real declive de las instituciones partidistas, ya que los partidos políticos han dejado de ser el espacio dentro del cual se construyen las candidaturas . Observen simplemente los 4 últimos alcaldes que ha tenido Antofagasta. Es decir, en esta ciudad, hace más de 20 años que no gana un alcalde que provenga de un partido político. La irrupción en el juego político de la opinión pública, cada vez más grande y potenciada aún más por el “boom” de las redes sociales (rrss), hace que la opinión pública, “por fuera” de los partidos, sea la única capaz de arbitrar entre los candidatos para definir quién es el favorito para una candidatura. De manera más general, podemos argumentar que el campo político se ha, sin duda alguna, “individualizado” : este ahora pone en competencia a personalidades respaldadas por partidos políticos y ya no más a partidos políticos representados por personalidades. Hemos asistidos a una inversión de las modalidades. Hoy, no es la UDI quien postula a Evelyn Matthei como candidata a la presidencia de Chile, es Evelyn Matthei que está tirando el carro de Chile Vamos, con todos los partidos que lo componen; y no lo hace como militante de la UDI, sino como “Evelyn Matthei”, personaje político “autónomo”, alcaldesa de Providencia. Hoy, las personalidades sobrepasan a los partidos, sino que sería el PDG sin Franco Parisi. O el Partido Republicano sin José Antonio Kast. Así, el estatus político que otorga el concepto de celebridad se ha visto alterado. Hoy, es el principal recurso en la carrera por la elegibilidad y ya no es un atributo accidentalmente asociado al cargo. Para quienes no cuentan con un capital de celebridad previo a una elección, es decir quienes no se benefician de una alta “tasa de conocimiento”, una campaña electoral ya no basta para poder rectificar lo que hoy constituye una tremenda falencia. Para ser competitivo, hay que ser famoso, activo en redes sociales y sacarse numerosas “selfies”. La fase actual de nuestra historia política, la que tolera y enarbolese la personalización de la política a costa; a la diferencia de lo que se solía hacer antes; de exhibir y reivindicar una naturaleza y un comportamiento ejemplar en la área publica, descalifica el discurso institucional. Privilegia más bien la broma / la buena talla, el discurso exaltado y panfletario en vez de una moderación razonada. Hoy, la ejemplaridad en el cargo y en su rol de político es vista como una incapacidad para reducir la distancia que separa a quienes gobiernan de quienes son gobernados. Y eso es un error. Porque llegan al poder gente que es incapaz de gobernar, no teniendo la aptitudes técnicas ni psicológicas para gobernar, ya que tomaron el camino corto para llegar a la cúspide. No vivieron el recorrido iniciático que cada héroe de los cuentos mitológicos y/o clásicos debe vivir para consagrarse justamente como héroe. Es casi una ley humana que hoy en día está “ by passeada ” por la evolución de nuestra sociedad y sus tan importantes “ rrss ”. En 1968, la gran figura del pop-art, Andy Warhol, escribía en el catálogo de una muestra en Estocolmo: « En el futuro, todo el mundo tendrá derecho a sus quince minutos de fama». Andy Warhol había sentido los tiempos que se avecinaban: efectivamente, una época basada en el ego. Irónicamente, podemos pensar que la mejor manera de anestesiar a un pueblo es hacerle creer que cada uno tiene una cierta importancia, que cada individuo que compone la sociedad es único y tendrá derecho a expresar esa singularidad, a hacer valer su tan pertinente opinión, porque todos deben estar informados de los diferentes aspectos de esa singularidad que «me» distingue del resto de la masa. Y eso, a lo menos, durante un cuarto de hora. Muchos esperan hoy tener su breve momento de fama cotidiana. Sus likes por montón en Facebook, sus « corazones » en Instagram (bajo sus selfies con pose de duck face); toneladas de followers y retuiteos para que sus comentarios, chistes y memes ojalá lleguen a ser virales. Hoy, el principal enemigo de todos es, en realidad, el anonimato. Ese que produce la multitud. Lo principal, hoy, es ser famoso. A toda costa. Poco importa las competencias que uno pueda exhibir, los recursos que se van a utilizar para llegar a aquello. Poco importa ser incapaz de dirigir una municipalidad, una región, un país; y que se lleve a la quiebra cualquier proyecto que se establezca. En 2024, eso es accesorio…. pero eso sólo, quizás, hasta le momento que la cruda realidad alcance lo virtual, y que lo virtual no pueda esconder lo real. Porque a un momento dado, los celulares, las Tablet, los computadores terminan apagándose. Por lo menos, por un rato.
Posteriormente a la sentencia, que en estos días se hizo pública y que condena al actual edil de Antofagasta por delito de injurias graves contra una profesora, ¿estará o no suspendido del cargo el alcalde Jonathan Velásquez? Gran parte de la ciudadanía, como sobre todo los actores principales de nuestra ciudad, se plantean dicha pregunta. Porque el asunto no es menor. Una vez más, Antofagasta se ve confrontada a una crisis del poder político, en la cual, de nuevo, los tribunales vienen a aplicar justicia castigando al detentor actual del sillón edilicio. Por ende, es muy útil e indispensable plantear la problemática que está aquí en juego y finalmente saber quién será decisivo en lo que viene. La sentencia aludida dispone en su primer punto que: «se condena a Jonathan Rodrigo Velásquez Ramírez , a cumplir la pena de quinientos cuarenta y un días (541) de reclusión menor en su grado mínimo, al pago de una multa de quince (15) unidades tributarias mensuales y a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público, durante el tiempo de la condena (…) el día 11 de mayo de 2022”. La misma sentencia luego señala y precisa que: «reuniendo los requisitos previstos en el artículo 4 de la Ley 18.216, se sustituye el cumplimiento de la pena principal por la Remisión Condicional de la pena por el plazo de la pena que se sustituye, debiendo quedar sujeto el imputado a la vigilancia de Gendarmería por el tiempo indicado». En otras palabras, podemos indicar que estamos ante una sentencia que tiene diversas sanciones: a) 541 días de reclusión que se sustituye por remisión condicional por igual plazo (lo que significa que el alcalde no será privado de libertad); b) a eso se le agrega una multa; c) e igualmente la suspensión de cargo u oficio público por 541 días. Y justamente, es el tema de la sustitución de la pena que plantea la duda y es fuente de discusiones jurídicas. Pero tampoco es algo de otro mundo si se explica simplemente. Mientras algunos abogados indican que la sustitución de pena solo circunscribe su efecto a la pena principal (es decir, inicialmente los 541 días de reclusión), la suspensión del cargo, que constituye la sanción anexa, debería mantenerse. Sin embargo, otros penalistas plantean que este reemplazo de la pena también rige para la suspensión, dejándola así sin efecto… Y por ende, el alcalde no estaría suspendido si el fallo viniese a ser confirmado durante su apelación. Si leemos el artículo 3 de la Ley 18.216 a la cual se refiere el fallo aludido, cuando se pronuncia acerca de la sustitución de la pena, este dispone: “La remisión condicional consiste en la sustitución del cumplimiento de la pena privativa de libertad por la discreta observación y asistencia del condenado ante la autoridad administrativa durante cierto tiempo.” En ningún momento, la ley menciona el hecho de hacer esto extensivo a una eventual multa y/o a una sanción accesoria. Nada se dice de aquello. De hecho, en el fallo que estamos analizando, en la especie, el juez respecto a la multa va a precisar, luego de haberla ya mencionado una primera vez, … que concede la opción de pagar esta multa en 10 cuotas... pero nunca se pronuncia explícitamente con algo que se relacione con la sanción accesoria. Una ley no es un objeto inerte y muerto, sino que también tiene un espíritu como ya lo subrayó Montesquieu desde el siglo XVIII, y la Ley 18.216 tiene por objeto sustituir penas privativas o restrictivas de libertad… y, si observamos atentamente, la suspensión de ejercer oficio público no es una pena de esa naturaleza. La pena de suspensión de ejercer oficio público no es ni privativa ni restrictiva de libertad, en el sentido tradicional de estos términos. Este tipo de pena pertenece a una categoría diferente, usualmente denominada comopenas de inhabilitación o sanciones administrativas. Las penas de inhabilitación, como la suspensión de ejercer oficio público, no afectan directamente la libertad personal del individuo en términos de su movilidad o de su capacidad de elegir dónde vivir o moverse. En lugar de eso, estas penas restringen la capacidad de la persona para ocupar ciertos cargos públicos o ejercer ciertas profesiones durante un periodo determinado. En resumen, la pena de suspensión de ejercer oficio público es una sanción que limita ciertos derechos profesionales o civiles, pero no implica una restricción directa a la libertad física de la persona. Por ende, en este caso, la sustitución de pena no se aplicaría a la sanción accesoria, conforme al espíritu de la Ley 18.216. Sabemos que en derecho hay argumentos para una y otra posición, sino los abogados no existirían… pero acá, a todas luces, finalmente, no es la Contraloría General de la República, como se ha rumoreado, quien tendría la última palabra en este asunto (por la simple razón de que un órgano contralor no puede estar por encima de un fallo judicial), sino que será el juez de garantía o su superior quien es clave acá. Es por eso que el próximo fallo de la Corte de Apelaciones es crucial, y según la óptica que hemos desarrollado en esta columna, si se valida la sentencia, la pena accesoria se aplicará y, por ende, la suspensión de su cargo del actual edil de Antofagasta es absolutamente plausible. En ese sentido, por lo demás, debemos tomar en consideración lo que, por ejemplo, y a justo título, el concejal Luis Aguilera ha destacado en su comunicado público acerca de lo sucedido: “Las disculpas públicas a la profesora y a su familia , el pago de multas en cuotas, las costas del abogado querellante y las firmas mensuales, se hacen insuficientes cuando ves que una autoridad no aprende nada y sigue utilizando las redes para denostar y/o amenazar a terceras personas, un claro ejemplo, la (reciente) amenaza velada (a través de Instagram y posteriores a los hechos de la causa) a potenciales candidatos al sillón alcaldicio y a la gobernación regional, hechas por el mismo alcalde Velásquez. (…)En esta administración, las demandas laborales por causa de acciones del alcalde han crecido exponencialmente , lo que ha significado una gran pérdida del patrimonio municipal, el número de trabajadores con enfermedad profesional durante esta administración no tiene precedentes. Veo en este tipo de conductas un patrón que se ha mantenido desde que asumió el cargo de autoridad comunal.” Si hablamos de patrón, conviene acá recordar un video que cuando Jonathan Velásquez era concejal, llamaba explícitamente a castigar, él “funandola” a través de sus redes sociales (RRSS), a una mujer, denominada “Mamá de Alonso” en Twitter, revelando la verdadera identidad y fotografías de esta persona, básicamente porque esa misma había señalado en sus RRSS que había visto a la ya entonces autoridad en el lugar llamado “La Tía Rica”, lo que sin duda podía dejar suponer, según ella, que el actual edil tenía deudas. Esa “falta de respeto” no podía ser tolerada en ese entonces por el actual alcalde de la ciudad, como lo va a indicar en su video, en el tono agresivo-pasivo que lo caracteriza. Con todo lo que precede y por esas no tan sencillas razones, lo correcto sería que se suspenda del cargo u oficio público al actual alcalde si la sanción viniese a ser confirmada en segunda sentencia. Lo que, sin duda, posteriormente, dará lugar a otros tipos de discusiones en el seno del Concejo Municipal.
En un video cuyo fin era destacar la labor del concejal Gabriel Alvial, durante el periodo de Navidad, por haber distribuido regalos a niñas y niños disfrazado de Viejito Pascuero, el alcalde Jonathan Velásquez aprovechó la oportunidad de responder a quienes han criticado su gestión y que a la vez aspiran a llegar al sillón municipal o al Gobierno Regional en 2024. A esas personas, y ante su propia webcam, difundiendo aquello en sus redes sociales, indicó que “yo mismo me encargaré de que varios personajes que quieren ser gobernador, gobernadora o alcalde no lo sean”. Esa salida, vehemente, por parte del edil es resultante de las críticas de las cuales es objeto debido a su gestión del quehacer municipal. Una respuesta y anuncio digno de un personaje malvado de los DC Comics, como el Guasón por ejemplo. Si hacemos un llamado al aérea de la psicología, si nos fiamos a lo indicado en el portal de especialistas MSDManuals, por el Doctor en medicina Mark Zimmerman, quien trabaja en el Hospital de Rhode Island, un trastorno límite de la personalidad se caracteriza por un patrón de conducta persistente de inestabilidad e hipersensibilidad en las relaciones interpersonales (y por ende profesionales también), inestabilidad en la imagen personal, fluctuaciones extremas del estado de ánimo e impulsividad. El doctor señala que los pacientes con ese trastorno tienen dificultad para controlar su ira y a menudo muestran un enojo inapropiado e intenso. Pueden expresar su ira con sarcasmo, amargura o diatribas de ira, a menudo dirigida a su cuidador, pareja, entorno, debido a que tienen la sensación de vivir una situación de negligencia o abandono. Después de la crisis, a menudo, se sienten avergonzados y culpables, lo que refuerza su sensación de ser un personaje malo… algo como el Guasón en el comic Batman. Según el doctor Zimmerman , esa impulsividad caracterizada genera muchas veces una autolesión. Estos pacientes pueden apostar, por ejemplo, por tener relaciones sexuales sin protección, comer compulsivamente, conducir imprudentemente, consumir sustancias o efectuar gastos excesivos, ser adicto a los juegos de dinero y apuestas buscando una alta sensación de vértigo. Todos esos son comportamientos que son calificados en el lenguaje común como “ borderlines ” (“al filo de la raya”). El personaje del Guasón en Batman se comporta continuamente así, salvo que no va frecuentemente al Casino. Pero en todo caso, lo más alarmante, según lo indicado, es el hecho que los comportamientos suicidas , la automutilación (p. ej., cortes, quemaduras) pero también los gestos y la expresión de amenazas son muy comunes en ese actuar. Se reitera, numerosas veces y de manera seguida, una voluntad de querer vengarse… Más allá de la psicología, desde un punto de vista del actuar político, si uno analiza la situación y recuerda al alcalde cuando era “Plan 9”, el animador de televisión local, puede constatar que el personaje sigue siendo el mismo, o más bien el edil retoma actitudes del animador. Eso de querer, a toda costa, burlarse o funar gente siempre lo ha realizado e inclusive gracias a eso se hizo famoso en la ciudad de Antofagasta… salvo que este vez lo sigue haciendo olvidándose que llegó a ser alcalde. Por otro lado, lo que él mismo critica, es lo mismo que él realizó a lo largo de todo su periodo como concejal, atacando sin parar, a justo título o no, la administración de la entonces alcaldesa Karen Rojo. Difícilmente puede haber un doble discurso y actuar más marcado. Acá, más que “borderline”, pareciera que estemos frente a un caso que roza la esquizofrenia o la amnesia selectiva. En el video mencionado, el alcalde felicita a un concejal por haberse disfrazado para las fiestas de fin de año. Podríamos preguntarnos, ¿de qué sirven los Viejitos Pascueros cuando, en la ciudad, hay basura por todos lados y las playas no están todas habilitadas? Porque eso tambien les importa a los niños. Y no solo a ellos. Con el alcalde Jonathan Velásquez siempre recaímos en lo mismo. En solo espectáculo, en métodos comunicacionales y populistas básicos, en nada de gestión, nada de concreto, y los que no entienden su manera de gobernar…. son los antagonistas del relato que él implementó y que varios siguen a través de sus redes sociales. Miles en realidad. Cantidad que ven al super concejal tratando de ser un revindicado alcalde Guasón. Sin que a ningún otra autoridad eso lo interpele. Porque él, en base a su cargo, como ya también lo hacía anteriormente, se ubica por sobre los otros, los simples mortales, con todas sus vicisitudes respectivas, distribuyendo puntos a los buenos y a los malos, y, obviamente, a los malos, como todo buen super (anti) héroe, los va a castigar. En un exceso de ira, falsamente manejada, y hábilmente puesta en escena, es lo que anuncia en el video mencionado. Venganza. Una actitud “borderline” en todo su esplendor. Digno del Guasón. El poder, que puede otorgar un cargo como alcalde, tiene tendencia a acentuar este tipo de comportamientos, produciendo un cierto efecto de desinhibición de la personalidad del concernido, este sintiéndose cada vez más super poderoso e imparable. Nunca va a estar en la “proyección” de algo en el futuro, está siempre en el momento, y por esa sencilla razón, hoy en día, el edil tiene cero proyecto propio para la ciudad, a meses del término de su mandato. Porque sepan que para una persona que sufre de trastorno límite de la personalidad, automáticamente hay un problema en relación con el tiempo, en lo que concierne más precisamente la proyección en el tiempo, lo que es totalmente diferente al hecho de proyectarse uno mismo en el tiempo. Proyectar en el tiempo necesita una elaboración, una construcción, un plan (pero que no sea 9). En cambio, proyectarse uno mismo en el tiempo, eso tiene más que ver con una prolongación de su propio ego, lo que muchas veces va de la mano también con una cierta carga de frustración porque nunca se va a alcanzar lo que se piensa que puede ser. Recordemos que durante su mandato, a un momento dado, el mismo edil de Antofagasta se plebiscitó como eventual candidato a la presidencia de la república. No tomamos mucho riesgo en indicar que eso, hoy en día, es poco factible. Existe, en el caso de una persona “borderline”, el riesgo de siempre sentir frustración, ya que estamos ante un ego disfuncional que, por ende, nunca estará satisfecho. Y que siempre va correr tras ese afán con esa voluntad de querer ser amado, admirado, reconocido. Según el Dr. Zimmerman, l os pacientes con trastorno límite de la personalidad a menudo se sabotean a sí mismos cuando están a punto de alcanzar una meta. Por ejemplo, pueden abandonar la escuela justo antes de la graduación, o, a nivel sentimental, pueden arruinar una relación prometedora. Todos los diferentes síntomas, de esa misma patología, asociados, impiden al individuo vivir a 100 % en sociedad. De hecho, en el caso del alcalde Jonathan Velázquez, es llamativo ver que él mismo reivindica haber visto decenas de veces películas en las cuales los héroes son anti sociales, como el Guasón y El Joven Manos de Tijeras. Pareciera que existe ahí una cierta identificación… que debe ser absolutamente fortuita. A nivel psicológico, el diagnóstico de la conducta “ borderline ” se realiza por criterios clínicos, y el tratamiento se realiza con psicoterapia y medicamentos. A nivel político, frente a un personaje que demostró una cierta incapacidad, o más bien una incapacidad certera, a gestionar los asuntos de la ciudad, quien propone como solución para bien gobernar de vestirse de Viejito Pascuero; a esos supuestos imperativos no hay que responderle, pero sin lugar a duda se debe seguir a lo que el edil percibe como ataque, porque quizás cuando él era concejal lo eran, es decir se debe seguir a atacarlo, o más bien a fiscalizar sus (no) acciones como autoridad municipal. Es ahí donde menos se lo espera y dirige menos el juego. Se puede y debe cuestionar el tema del trato del basural, de lo que concierne el estadio, las playas, los contratos, los tratos directos... Cuando se le responde al dialogo (siempre resbaloso, polémico y superficial) que el edil instala, se va directamente sobre el terreno que él planteó. Es imprescindible llevarlo a una aérea que concierne todo lo que indica la Ley Orgánica de los Municipios, una norma de rango constitucional, que dispone todas las funciones que corresponden a un alcalde. Ante una cierta actitud y situación de la ciudad, todo el corpus político de la comuna debería hacerlo. Es urgente. Y eso es mucho más fácil que traer un psicólogo al municipio y que se le permita hacer dos o tres peritajes a un funcionario público que le encantan los gatos y vestirse de Guasón.
El sondeo aludido ha revelado que el alcalde Jonathan Velásquez no obtiene una buena evaluación por su desempeño como autoridad. Se puede observar en el documento realizado por Studio Público que solo se destaca dentro de sus atributos… su Juventud. Los entrevistados, lógica y corolariamente a ello, ponen una muy mala nota, alrededor de 3 sobre 7, a su Capacidad de diálogo, su Liderazgo político y su Experiencia (considerando, por lo demás, que fue, anteriormente a ser alcalde, 4 años concejal). Contradictoriamente, los resultados de la encuesta para la próxima elección municipal para la alcaldía de Antofagasta indican que el jefe comunal Jonathan Velásquez se posiciona en votos para los comicios del 2024. Sin embargo, el documento también recoge que si tanto la derecha como la izquierda logran presentar un candidato único, Sacha Razmilic (Evópoli) y Pablo Iriarte (PC), ambos tienen opciones serias de disputar el edificio consistorial con Velásquez. Estos resultados parecen ser absolutamente lógicos, ya que se vuelve evidente que si tanto la izquierda como la derecha presentan un candidato único, ambas veredas tendrían opciones de competir con el jefe comunal. Si la propuesta se fragmenta, eso será favorable al alcalde, que, si bien aparece como una figura posicionada en términos de votación, nunca logra alcanzar una cifra que despegue significativamente de un 20% de intención de votos, y eso también lo explican los resultados arrojados por el estudio. A pesar de este aparente apoyo electoral, Velásquez registra un 68% de imagen negativa y un 60% de los entrevistados cree que la comuna está peor que con la administración anterior. Inclusive, lo que en sí constituye una mala noticia para el edil y su equipo, es el hecho que, según el sondeo, en lo que concierne la “Evaluación de la continuidad del alcalde”, a la pregunta “¿Usted votaría por el actual alcalde/alcaldesa para un nuevo periodo?”, el 77% de los encuestados responde negativamente. En relación a la próxima elección municipal, esta no será dispersa como la anterior. El ethos del estallido social, y todo lo que conllevaba, estando muy lejos, el país viviendo un proceso constituyente que no ha logrado (¿aún?) encender los debates y vemos la persistencia de la desilusión que puso fin al a priori favorable de la supuesta bondad que aportarían los independientes en política. Sin embargo, ese 77% de encuestados insatisfechos constituye una ventana de oportunidad clara para la aparición de una(s) nueva(s) figura(s), que podrían surgir o reforzarse a partir del próximo mes de marzo. Quizás estos eventuales nuevos retadores deberían ser respaldados por un partido porque el camino solitario es demasiado resbaloso y arduo hoy en día. En efecto, se debe recordar a propósito de los independientes que, por ley, deben reunir firmas equivalentes al 0,5% de quienes sufragaron en la última elección popular, que en este caso será el plebiscito del 17D. Estos comicios serán con voto obligatorio, lo que aumenta significativamente el tamaño del padrón electoral, dificultando la tarea de los independientes para buscar firmas, lo que representa, sin duda alguna, un cortafuego para ese tipo de candidaturas. El estudio de Studio Público fue realizado entre el 17 y el 23 de noviembre en la ciudad de Antofagasta, considerando una muestra de 550 personas que cuentan con correo electrónico y que respondieron el cuestionario de manera completa. La encuesta precisó que el 100% de los consultados sabe quién es el alcalde de la comuna y el rango etario entre los 18 y 29 años es el que peor que califica a Velásquez. El avance del alcalde sobre sus potenciales contrincantes no es el mismo del de hace meses atrás; pocos puntos separarían a los concernidos, considerando además que, según la encuesta, existen cerca de 50% de indecisos (“no saben” + “no responden”) y que el alcalde conoce una alta tasa de opiniones negativas, a la gran diferencia de sus rivales más cercanos. La pelea para la alcaldía arriesga ser muy reñida.
Es importante re contextualizar la situación de la ex alcaldesa de Antofagasta, hoy en detención en el Centro de acogida de solicitantes de asilo del pueblo de Ter Apel en los Países Bajos para entender un poco más la influencia que puede tener lo últimamente sucedido. Recordemos que la Corte Suprema de Chile condenó, el 23 de marzo del 2022, a Karen Rojo a una pena efectiva de cinco años y un día de presidio por el delito consumado de fraude al fisco, cometido durante su administración como alcaldesa, entre octubre de 2015 y agosto de 2016. Según acreditó Fiscalía, Rojo había usado recursos de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Antofagasta para pagar servicios de una agencia de comunicaciones para fines personales, de cara a su reelección. Se trata de la firma Main Comunicaciones perteneciente al cientista político José Miguel Izquierdo, cercano del ex presidente Sebastian Piñera. La ex alcaldesa se fugó del país el mismo día que fue pronunciada por parte del tribunal supremo la sanción en su su contra, ese mismo 23 de marzo 2022, embarcándose en un vuelo de la aerolínea KML que la llevó hasta Países Bajos. El día siguiente, el 24 de marzo, la Oficina Central Nacional de Interpol Santiago emitió una alerta roja internacional para solicitar la detención de la exalcaldesa. Esa detención ocurrirá algunos meses después, en la ciudad de Ámsterdam; la Fiscalía de Antofagasta informando el 13 de julio del 2022 que Rojo fue detenida en Países Bajos. A partir de ese mismo momento, Karen Rojo inició los trámites para solicitar asilo político en el país europeo. Entre los principales argumentos que utiliza la defensa de la edil, se alude a la autopercepción de ser perseguida políticamente ”, ya que su pena de fraude al fisco fue exacerbada -en Países Bajos el mismo delito correspondería a una multa- además de sostener que las cárceles nacionales chilenas no contarían con las condiciones mínimas humanitarias para su reclusión. Como lo señalo el doctor francés en derecho público y juez en Francia en temas de asilo político, Pierre-François Laval; en una entrevista a Antofagasta TV, en julio 2022, cuando se le interrogó sobre la gestión administrativa que estaba realizando la ex alcaldesa; el asilo político se puede pedir cuando alguien es perseguido por motivos de pertenencia a una etnia, a una minoría, cuando una persona es perseguida por razones políticas, cuando se puede alegar una falta al debido proceso penal, cuando también se puede aludir a sospecha grave de que la persona concernida si vuelve al país va a ser víctima de violaciones a los derechos humanos; privada de vida -como la pena de muerte-; todos esos casos de figuras pueden ser requisitos para una demanda de asilo. El doctor, especialista en materia de asilo, en la misma entrevista, indica tajantemente queal final quien decide, quién tiene la última palabra, es el Estado, en este caso Países Bajos. Evidentemente ella tiene todo el derecho a pedir esto, pero quien define, quien decide al final, es el Estado”… y el profesor estimaba en ese entonces que objetivamente la ex edil no cumplía con los requisitos para otorgarle el asilo político. Por eso cabe señalar que en marzo 2023, conforme a lo indicado por el académico, que el Tribunal de Rotterdam declaró admisible la petición de extradición (protagonizada por el Estado de Chile) en primera instancia, por lo que la defensa de la exalcaldesa de Antofagasta Karen Rojo presentó inmediatamente un recurso contra esa resolución. Ahora, este último miércoles, 22 de noviembre, la extrema derecha ganó las elecciones legislativas en Holanda y el Partido de la Libertad (PVV), fundado y dirigido por Geert Wilders, nacionalista y anti musulman, se convirtió en la principal fuerza política del país, logrando la obtención de 35 escaños en el parlamento, ante los 26 de los sectores de izquierda y los 23 del centro derecha. Geert Wilders, 60 años, quiere luchar contra lo que él llama la invasión musulmana. Organizó concursos de caricaturas de Mahoma, lo que le llevó a vivir bajo protección policial. En relación con lo mencionado por nosotros anteriormente, se debe saber que Geert Wilders no promete inmigración cero, porque considera que cero ya es demasiado. Quiere obtener un saldo migratorio negativo. Para lograrlo, quiere restablecer estrictos controles en en todas las fronteras del país, y expulsar a los inmigrantes ilegales y a los solicitantes de asilo sirios y otros. Lo indica explícitamente en su programa electoral. Por ende, sin duda alguna, sabiendo que la justicia es independiente pero también considerando que en el otorgamiento (o no) de un asilo político hay un claro aspecto administrativo, se debe considerar que hoy en día, en el ambiente que conoce Países Bajos, revertir la decisión del Tribunal de Rotterdam, que dio visto bueno a la demanda de extradición por parte el Estado de Chile y que concierne Karen Rojo, se transforma en una tarea muy difícil y más bien podríamos ver un aceleración del procedimiento de un casi seguro regreso de la ex edil a nuestro país, o más precisamente a una cárcel chilena. La perspectiva de tener una decisión favorable para ella se ve totalmente disminuida después de lo sucedido electoralmente en Países Bajos este miércoles. Hoy, sus días en el centro de acogida de solicitantes de asilo del pueblo de Ter Apel se pusieron muchos más tenso. Pero no solo para ella, sino para todos los que están pidiendo asilo y que están en la espera de una respuesta. Salvo que la ex alcaldesa ya tiene en su contra una decisión por parte de un tribunal holandés. Desde julio 2022, el Poder Ejecutivo chileno, a través la voz de su Subsecretaria de Relaciones Exteriores de entonces, Ximena Fuentes, habían ya señalado que existe una permanente coordinación entre las instituciones chilenas y de Países bajos a propósito del caso de la ex alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo. Revisa la entrevista realizada por Antofagasta TV a Pierre-François Laval, juez en Francia de la Corte Nacional del Derecho al Asilo.
La teórica francesa y crítica de arte, Marion Zilo, escribió el libro “ Faceworld, le visage au XXI siècle” (“Faceworld, el rostro en el siglo XXI”), que trata de las fuentes del narcisismo contemporáneo , del cual la selfie ( autorretrato realizado con la cámara de un celular) es su paroxismo. Y en esta aérea, existe una fecha histórica: la ceremonia de los Premios Oscar en marzo de 2014. Al cierre de esa edición de la gala norteamericana, la presentadora Ellen DeGeneres reunió a un grupo de actrices y actores allí presentes para realizar una 'selfie' . De esa manera, protagonizó uno de los gestos más cotidianos en las redes sociales y lo compartió en twitter. En esa oportunidad, podíamos ver a Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Channing Tatum, Julia Roberts, Bradley Cooper y Angelina Jolie. La propia Ellen DeGeneres redactó el mensaje siguiente: Ojalá el brazo de Bradley (Cooper) fuese más largo. ¡La mejor foto de la historia!, y la viralizó. El Tuit enviado comenzó a correr como la pólvora y rápidamente llegó a alcanzar la impresionante suma de 3 millones de retuits (reenvíos) . No podríamos afirmar si esta fue o no la mejor foto de la historia, como lo autoproclamó la animadora, pero si definitivamente, considerándolo a posteriori, ha sido un hito comunicacional que marcará un antes y un después. Y eso también incluye el mundo político . En efecto, hoy la “celebridad” se ha convertido en un recurso político fundamental . Y eso, porque el campo político ha ganado en heteronomía, es decir que es un “campo laboral” que se ha continuamente abierto a cada vez más actores porque básicamente la dependencia a la opinión pública ha reemplazado la dependencia a las instituciones. Hoy, la opinión pública dicta los pasos de todos los políticos y por eso se habla tanto de “populismo”, porque se “dialoga” directamente con el pueblo, indicándole lo que quiere escuchar, sin importar lo sensato y coherente de lo que se anuncia. Hoy nadie puede negar que hemos asistido a un real declive de las instituciones partidistas, ya que los partidos políticos han dejado de ser el espacio dentro del cual se construyen las candidaturas . Observen simplemente los 4 últimos alcaldes que ha tenido Antofagasta. Es decir, en esta ciudad, hace más de 20 años que no gana un alcalde que provenga de un partido político. La irrupción en el juego político de la opinión pública, cada vez más grande y potenciada aún más por el “boom” de las redes sociales (rrss), hace que la opinión pública, “por fuera” de los partidos, sea la única capaz de arbitrar entre los candidatos para definir quién es el favorito para una candidatura. De manera más general, podemos argumentar que el campo político se ha, sin duda alguna, “individualizado” : este ahora pone en competencia a personalidades respaldadas por partidos políticos y ya no más a partidos políticos representados por personalidades. Hemos asistidos a una inversión de las modalidades. Hoy, no es la UDI quien postula a Evelyn Matthei como candidata a la presidencia de Chile, es Evelyn Matthei que está tirando el carro de Chile Vamos, con todos los partidos que lo componen; y no lo hace como militante de la UDI, sino como “Evelyn Matthei”, personaje político “autónomo”, alcaldesa de Providencia. Hoy, las personalidades sobrepasan a los partidos, sino que sería el PDG sin Franco Parisi. O el Partido Republicano sin José Antonio Kast. Así, el estatus político que otorga el concepto de celebridad se ha visto alterado. Hoy, es el principal recurso en la carrera por la elegibilidad y ya no es un atributo accidentalmente asociado al cargo. Para quienes no cuentan con un capital de celebridad previo a una elección, es decir quienes no se benefician de una alta “tasa de conocimiento”, una campaña electoral ya no basta para poder rectificar lo que hoy constituye una tremenda falencia. Para ser competitivo, hay que ser famoso, activo en redes sociales y sacarse numerosas “selfies”. La fase actual de nuestra historia política, la que tolera y enarbolese la personalización de la política a costa; a la diferencia de lo que se solía hacer antes; de exhibir y reivindicar una naturaleza y un comportamiento ejemplar en la área publica, descalifica el discurso institucional. Privilegia más bien la broma / la buena talla, el discurso exaltado y panfletario en vez de una moderación razonada. Hoy, la ejemplaridad en el cargo y en su rol de político es vista como una incapacidad para reducir la distancia que separa a quienes gobiernan de quienes son gobernados. Y eso es un error. Porque llegan al poder gente que es incapaz de gobernar, no teniendo la aptitudes técnicas ni psicológicas para gobernar, ya que tomaron el camino corto para llegar a la cúspide. No vivieron el recorrido iniciático que cada héroe de los cuentos mitológicos y/o clásicos debe vivir para consagrarse justamente como héroe. Es casi una ley humana que hoy en día está “ by passeada ” por la evolución de nuestra sociedad y sus tan importantes “ rrss ”. En 1968, la gran figura del pop-art, Andy Warhol, escribía en el catálogo de una muestra en Estocolmo: « En el futuro, todo el mundo tendrá derecho a sus quince minutos de fama». Andy Warhol había sentido los tiempos que se avecinaban: efectivamente, una época basada en el ego. Irónicamente, podemos pensar que la mejor manera de anestesiar a un pueblo es hacerle creer que cada uno tiene una cierta importancia, que cada individuo que compone la sociedad es único y tendrá derecho a expresar esa singularidad, a hacer valer su tan pertinente opinión, porque todos deben estar informados de los diferentes aspectos de esa singularidad que «me» distingue del resto de la masa. Y eso, a lo menos, durante un cuarto de hora. Muchos esperan hoy tener su breve momento de fama cotidiana. Sus likes por montón en Facebook, sus « corazones » en Instagram (bajo sus selfies con pose de duck face); toneladas de followers y retuiteos para que sus comentarios, chistes y memes ojalá lleguen a ser virales. Hoy, el principal enemigo de todos es, en realidad, el anonimato. Ese que produce la multitud. Lo principal, hoy, es ser famoso. A toda costa. Poco importa las competencias que uno pueda exhibir, los recursos que se van a utilizar para llegar a aquello. Poco importa ser incapaz de dirigir una municipalidad, una región, un país; y que se lleve a la quiebra cualquier proyecto que se establezca. En 2024, eso es accesorio…. pero eso sólo, quizás, hasta le momento que la cruda realidad alcance lo virtual, y que lo virtual no pueda esconder lo real. Porque a un momento dado, los celulares, las Tablet, los computadores terminan apagándose. Por lo menos, por un rato.
Posteriormente a la sentencia, que en estos días se hizo pública y que condena al actual edil de Antofagasta por delito de injurias graves contra una profesora, ¿estará o no suspendido del cargo el alcalde Jonathan Velásquez? Gran parte de la ciudadanía, como sobre todo los actores principales de nuestra ciudad, se plantean dicha pregunta. Porque el asunto no es menor. Una vez más, Antofagasta se ve confrontada a una crisis del poder político, en la cual, de nuevo, los tribunales vienen a aplicar justicia castigando al detentor actual del sillón edilicio. Por ende, es muy útil e indispensable plantear la problemática que está aquí en juego y finalmente saber quién será decisivo en lo que viene. La sentencia aludida dispone en su primer punto que: «se condena a Jonathan Rodrigo Velásquez Ramírez , a cumplir la pena de quinientos cuarenta y un días (541) de reclusión menor en su grado mínimo, al pago de una multa de quince (15) unidades tributarias mensuales y a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público, durante el tiempo de la condena (…) el día 11 de mayo de 2022”. La misma sentencia luego señala y precisa que: «reuniendo los requisitos previstos en el artículo 4 de la Ley 18.216, se sustituye el cumplimiento de la pena principal por la Remisión Condicional de la pena por el plazo de la pena que se sustituye, debiendo quedar sujeto el imputado a la vigilancia de Gendarmería por el tiempo indicado». En otras palabras, podemos indicar que estamos ante una sentencia que tiene diversas sanciones: a) 541 días de reclusión que se sustituye por remisión condicional por igual plazo (lo que significa que el alcalde no será privado de libertad); b) a eso se le agrega una multa; c) e igualmente la suspensión de cargo u oficio público por 541 días. Y justamente, es el tema de la sustitución de la pena que plantea la duda y es fuente de discusiones jurídicas. Pero tampoco es algo de otro mundo si se explica simplemente. Mientras algunos abogados indican que la sustitución de pena solo circunscribe su efecto a la pena principal (es decir, inicialmente los 541 días de reclusión), la suspensión del cargo, que constituye la sanción anexa, debería mantenerse. Sin embargo, otros penalistas plantean que este reemplazo de la pena también rige para la suspensión, dejándola así sin efecto… Y por ende, el alcalde no estaría suspendido si el fallo viniese a ser confirmado durante su apelación. Si leemos el artículo 3 de la Ley 18.216 a la cual se refiere el fallo aludido, cuando se pronuncia acerca de la sustitución de la pena, este dispone: “La remisión condicional consiste en la sustitución del cumplimiento de la pena privativa de libertad por la discreta observación y asistencia del condenado ante la autoridad administrativa durante cierto tiempo.” En ningún momento, la ley menciona el hecho de hacer esto extensivo a una eventual multa y/o a una sanción accesoria. Nada se dice de aquello. De hecho, en el fallo que estamos analizando, en la especie, el juez respecto a la multa va a precisar, luego de haberla ya mencionado una primera vez, … que concede la opción de pagar esta multa en 10 cuotas... pero nunca se pronuncia explícitamente con algo que se relacione con la sanción accesoria. Una ley no es un objeto inerte y muerto, sino que también tiene un espíritu como ya lo subrayó Montesquieu desde el siglo XVIII, y la Ley 18.216 tiene por objeto sustituir penas privativas o restrictivas de libertad… y, si observamos atentamente, la suspensión de ejercer oficio público no es una pena de esa naturaleza. La pena de suspensión de ejercer oficio público no es ni privativa ni restrictiva de libertad, en el sentido tradicional de estos términos. Este tipo de pena pertenece a una categoría diferente, usualmente denominada comopenas de inhabilitación o sanciones administrativas. Las penas de inhabilitación, como la suspensión de ejercer oficio público, no afectan directamente la libertad personal del individuo en términos de su movilidad o de su capacidad de elegir dónde vivir o moverse. En lugar de eso, estas penas restringen la capacidad de la persona para ocupar ciertos cargos públicos o ejercer ciertas profesiones durante un periodo determinado. En resumen, la pena de suspensión de ejercer oficio público es una sanción que limita ciertos derechos profesionales o civiles, pero no implica una restricción directa a la libertad física de la persona. Por ende, en este caso, la sustitución de pena no se aplicaría a la sanción accesoria, conforme al espíritu de la Ley 18.216. Sabemos que en derecho hay argumentos para una y otra posición, sino los abogados no existirían… pero acá, a todas luces, finalmente, no es la Contraloría General de la República, como se ha rumoreado, quien tendría la última palabra en este asunto (por la simple razón de que un órgano contralor no puede estar por encima de un fallo judicial), sino que será el juez de garantía o su superior quien es clave acá. Es por eso que el próximo fallo de la Corte de Apelaciones es crucial, y según la óptica que hemos desarrollado en esta columna, si se valida la sentencia, la pena accesoria se aplicará y, por ende, la suspensión de su cargo del actual edil de Antofagasta es absolutamente plausible. En ese sentido, por lo demás, debemos tomar en consideración lo que, por ejemplo, y a justo título, el concejal Luis Aguilera ha destacado en su comunicado público acerca de lo sucedido: “Las disculpas públicas a la profesora y a su familia , el pago de multas en cuotas, las costas del abogado querellante y las firmas mensuales, se hacen insuficientes cuando ves que una autoridad no aprende nada y sigue utilizando las redes para denostar y/o amenazar a terceras personas, un claro ejemplo, la (reciente) amenaza velada (a través de Instagram y posteriores a los hechos de la causa) a potenciales candidatos al sillón alcaldicio y a la gobernación regional, hechas por el mismo alcalde Velásquez. (…)En esta administración, las demandas laborales por causa de acciones del alcalde han crecido exponencialmente , lo que ha significado una gran pérdida del patrimonio municipal, el número de trabajadores con enfermedad profesional durante esta administración no tiene precedentes. Veo en este tipo de conductas un patrón que se ha mantenido desde que asumió el cargo de autoridad comunal.” Si hablamos de patrón, conviene acá recordar un video que cuando Jonathan Velásquez era concejal, llamaba explícitamente a castigar, él “funandola” a través de sus redes sociales (RRSS), a una mujer, denominada “Mamá de Alonso” en Twitter, revelando la verdadera identidad y fotografías de esta persona, básicamente porque esa misma había señalado en sus RRSS que había visto a la ya entonces autoridad en el lugar llamado “La Tía Rica”, lo que sin duda podía dejar suponer, según ella, que el actual edil tenía deudas. Esa “falta de respeto” no podía ser tolerada en ese entonces por el actual alcalde de la ciudad, como lo va a indicar en su video, en el tono agresivo-pasivo que lo caracteriza. Con todo lo que precede y por esas no tan sencillas razones, lo correcto sería que se suspenda del cargo u oficio público al actual alcalde si la sanción viniese a ser confirmada en segunda sentencia. Lo que, sin duda, posteriormente, dará lugar a otros tipos de discusiones en el seno del Concejo Municipal.
En un video cuyo fin era destacar la labor del concejal Gabriel Alvial, durante el periodo de Navidad, por haber distribuido regalos a niñas y niños disfrazado de Viejito Pascuero, el alcalde Jonathan Velásquez aprovechó la oportunidad de responder a quienes han criticado su gestión y que a la vez aspiran a llegar al sillón municipal o al Gobierno Regional en 2024. A esas personas, y ante su propia webcam, difundiendo aquello en sus redes sociales, indicó que “yo mismo me encargaré de que varios personajes que quieren ser gobernador, gobernadora o alcalde no lo sean”. Esa salida, vehemente, por parte del edil es resultante de las críticas de las cuales es objeto debido a su gestión del quehacer municipal. Una respuesta y anuncio digno de un personaje malvado de los DC Comics, como el Guasón por ejemplo. Si hacemos un llamado al aérea de la psicología, si nos fiamos a lo indicado en el portal de especialistas MSDManuals, por el Doctor en medicina Mark Zimmerman, quien trabaja en el Hospital de Rhode Island, un trastorno límite de la personalidad se caracteriza por un patrón de conducta persistente de inestabilidad e hipersensibilidad en las relaciones interpersonales (y por ende profesionales también), inestabilidad en la imagen personal, fluctuaciones extremas del estado de ánimo e impulsividad. El doctor señala que los pacientes con ese trastorno tienen dificultad para controlar su ira y a menudo muestran un enojo inapropiado e intenso. Pueden expresar su ira con sarcasmo, amargura o diatribas de ira, a menudo dirigida a su cuidador, pareja, entorno, debido a que tienen la sensación de vivir una situación de negligencia o abandono. Después de la crisis, a menudo, se sienten avergonzados y culpables, lo que refuerza su sensación de ser un personaje malo… algo como el Guasón en el comic Batman. Según el doctor Zimmerman , esa impulsividad caracterizada genera muchas veces una autolesión. Estos pacientes pueden apostar, por ejemplo, por tener relaciones sexuales sin protección, comer compulsivamente, conducir imprudentemente, consumir sustancias o efectuar gastos excesivos, ser adicto a los juegos de dinero y apuestas buscando una alta sensación de vértigo. Todos esos son comportamientos que son calificados en el lenguaje común como “ borderlines ” (“al filo de la raya”). El personaje del Guasón en Batman se comporta continuamente así, salvo que no va frecuentemente al Casino. Pero en todo caso, lo más alarmante, según lo indicado, es el hecho que los comportamientos suicidas , la automutilación (p. ej., cortes, quemaduras) pero también los gestos y la expresión de amenazas son muy comunes en ese actuar. Se reitera, numerosas veces y de manera seguida, una voluntad de querer vengarse… Más allá de la psicología, desde un punto de vista del actuar político, si uno analiza la situación y recuerda al alcalde cuando era “Plan 9”, el animador de televisión local, puede constatar que el personaje sigue siendo el mismo, o más bien el edil retoma actitudes del animador. Eso de querer, a toda costa, burlarse o funar gente siempre lo ha realizado e inclusive gracias a eso se hizo famoso en la ciudad de Antofagasta… salvo que este vez lo sigue haciendo olvidándose que llegó a ser alcalde. Por otro lado, lo que él mismo critica, es lo mismo que él realizó a lo largo de todo su periodo como concejal, atacando sin parar, a justo título o no, la administración de la entonces alcaldesa Karen Rojo. Difícilmente puede haber un doble discurso y actuar más marcado. Acá, más que “borderline”, pareciera que estemos frente a un caso que roza la esquizofrenia o la amnesia selectiva. En el video mencionado, el alcalde felicita a un concejal por haberse disfrazado para las fiestas de fin de año. Podríamos preguntarnos, ¿de qué sirven los Viejitos Pascueros cuando, en la ciudad, hay basura por todos lados y las playas no están todas habilitadas? Porque eso tambien les importa a los niños. Y no solo a ellos. Con el alcalde Jonathan Velásquez siempre recaímos en lo mismo. En solo espectáculo, en métodos comunicacionales y populistas básicos, en nada de gestión, nada de concreto, y los que no entienden su manera de gobernar…. son los antagonistas del relato que él implementó y que varios siguen a través de sus redes sociales. Miles en realidad. Cantidad que ven al super concejal tratando de ser un revindicado alcalde Guasón. Sin que a ningún otra autoridad eso lo interpele. Porque él, en base a su cargo, como ya también lo hacía anteriormente, se ubica por sobre los otros, los simples mortales, con todas sus vicisitudes respectivas, distribuyendo puntos a los buenos y a los malos, y, obviamente, a los malos, como todo buen super (anti) héroe, los va a castigar. En un exceso de ira, falsamente manejada, y hábilmente puesta en escena, es lo que anuncia en el video mencionado. Venganza. Una actitud “borderline” en todo su esplendor. Digno del Guasón. El poder, que puede otorgar un cargo como alcalde, tiene tendencia a acentuar este tipo de comportamientos, produciendo un cierto efecto de desinhibición de la personalidad del concernido, este sintiéndose cada vez más super poderoso e imparable. Nunca va a estar en la “proyección” de algo en el futuro, está siempre en el momento, y por esa sencilla razón, hoy en día, el edil tiene cero proyecto propio para la ciudad, a meses del término de su mandato. Porque sepan que para una persona que sufre de trastorno límite de la personalidad, automáticamente hay un problema en relación con el tiempo, en lo que concierne más precisamente la proyección en el tiempo, lo que es totalmente diferente al hecho de proyectarse uno mismo en el tiempo. Proyectar en el tiempo necesita una elaboración, una construcción, un plan (pero que no sea 9). En cambio, proyectarse uno mismo en el tiempo, eso tiene más que ver con una prolongación de su propio ego, lo que muchas veces va de la mano también con una cierta carga de frustración porque nunca se va a alcanzar lo que se piensa que puede ser. Recordemos que durante su mandato, a un momento dado, el mismo edil de Antofagasta se plebiscitó como eventual candidato a la presidencia de la república. No tomamos mucho riesgo en indicar que eso, hoy en día, es poco factible. Existe, en el caso de una persona “borderline”, el riesgo de siempre sentir frustración, ya que estamos ante un ego disfuncional que, por ende, nunca estará satisfecho. Y que siempre va correr tras ese afán con esa voluntad de querer ser amado, admirado, reconocido. Según el Dr. Zimmerman, l os pacientes con trastorno límite de la personalidad a menudo se sabotean a sí mismos cuando están a punto de alcanzar una meta. Por ejemplo, pueden abandonar la escuela justo antes de la graduación, o, a nivel sentimental, pueden arruinar una relación prometedora. Todos los diferentes síntomas, de esa misma patología, asociados, impiden al individuo vivir a 100 % en sociedad. De hecho, en el caso del alcalde Jonathan Velázquez, es llamativo ver que él mismo reivindica haber visto decenas de veces películas en las cuales los héroes son anti sociales, como el Guasón y El Joven Manos de Tijeras. Pareciera que existe ahí una cierta identificación… que debe ser absolutamente fortuita. A nivel psicológico, el diagnóstico de la conducta “ borderline ” se realiza por criterios clínicos, y el tratamiento se realiza con psicoterapia y medicamentos. A nivel político, frente a un personaje que demostró una cierta incapacidad, o más bien una incapacidad certera, a gestionar los asuntos de la ciudad, quien propone como solución para bien gobernar de vestirse de Viejito Pascuero; a esos supuestos imperativos no hay que responderle, pero sin lugar a duda se debe seguir a lo que el edil percibe como ataque, porque quizás cuando él era concejal lo eran, es decir se debe seguir a atacarlo, o más bien a fiscalizar sus (no) acciones como autoridad municipal. Es ahí donde menos se lo espera y dirige menos el juego. Se puede y debe cuestionar el tema del trato del basural, de lo que concierne el estadio, las playas, los contratos, los tratos directos... Cuando se le responde al dialogo (siempre resbaloso, polémico y superficial) que el edil instala, se va directamente sobre el terreno que él planteó. Es imprescindible llevarlo a una aérea que concierne todo lo que indica la Ley Orgánica de los Municipios, una norma de rango constitucional, que dispone todas las funciones que corresponden a un alcalde. Ante una cierta actitud y situación de la ciudad, todo el corpus político de la comuna debería hacerlo. Es urgente. Y eso es mucho más fácil que traer un psicólogo al municipio y que se le permita hacer dos o tres peritajes a un funcionario público que le encantan los gatos y vestirse de Guasón.
El sondeo aludido ha revelado que el alcalde Jonathan Velásquez no obtiene una buena evaluación por su desempeño como autoridad. Se puede observar en el documento realizado por Studio Público que solo se destaca dentro de sus atributos… su Juventud. Los entrevistados, lógica y corolariamente a ello, ponen una muy mala nota, alrededor de 3 sobre 7, a su Capacidad de diálogo, su Liderazgo político y su Experiencia (considerando, por lo demás, que fue, anteriormente a ser alcalde, 4 años concejal). Contradictoriamente, los resultados de la encuesta para la próxima elección municipal para la alcaldía de Antofagasta indican que el jefe comunal Jonathan Velásquez se posiciona en votos para los comicios del 2024. Sin embargo, el documento también recoge que si tanto la derecha como la izquierda logran presentar un candidato único, Sacha Razmilic (Evópoli) y Pablo Iriarte (PC), ambos tienen opciones serias de disputar el edificio consistorial con Velásquez. Estos resultados parecen ser absolutamente lógicos, ya que se vuelve evidente que si tanto la izquierda como la derecha presentan un candidato único, ambas veredas tendrían opciones de competir con el jefe comunal. Si la propuesta se fragmenta, eso será favorable al alcalde, que, si bien aparece como una figura posicionada en términos de votación, nunca logra alcanzar una cifra que despegue significativamente de un 20% de intención de votos, y eso también lo explican los resultados arrojados por el estudio. A pesar de este aparente apoyo electoral, Velásquez registra un 68% de imagen negativa y un 60% de los entrevistados cree que la comuna está peor que con la administración anterior. Inclusive, lo que en sí constituye una mala noticia para el edil y su equipo, es el hecho que, según el sondeo, en lo que concierne la “Evaluación de la continuidad del alcalde”, a la pregunta “¿Usted votaría por el actual alcalde/alcaldesa para un nuevo periodo?”, el 77% de los encuestados responde negativamente. En relación a la próxima elección municipal, esta no será dispersa como la anterior. El ethos del estallido social, y todo lo que conllevaba, estando muy lejos, el país viviendo un proceso constituyente que no ha logrado (¿aún?) encender los debates y vemos la persistencia de la desilusión que puso fin al a priori favorable de la supuesta bondad que aportarían los independientes en política. Sin embargo, ese 77% de encuestados insatisfechos constituye una ventana de oportunidad clara para la aparición de una(s) nueva(s) figura(s), que podrían surgir o reforzarse a partir del próximo mes de marzo. Quizás estos eventuales nuevos retadores deberían ser respaldados por un partido porque el camino solitario es demasiado resbaloso y arduo hoy en día. En efecto, se debe recordar a propósito de los independientes que, por ley, deben reunir firmas equivalentes al 0,5% de quienes sufragaron en la última elección popular, que en este caso será el plebiscito del 17D. Estos comicios serán con voto obligatorio, lo que aumenta significativamente el tamaño del padrón electoral, dificultando la tarea de los independientes para buscar firmas, lo que representa, sin duda alguna, un cortafuego para ese tipo de candidaturas. El estudio de Studio Público fue realizado entre el 17 y el 23 de noviembre en la ciudad de Antofagasta, considerando una muestra de 550 personas que cuentan con correo electrónico y que respondieron el cuestionario de manera completa. La encuesta precisó que el 100% de los consultados sabe quién es el alcalde de la comuna y el rango etario entre los 18 y 29 años es el que peor que califica a Velásquez. El avance del alcalde sobre sus potenciales contrincantes no es el mismo del de hace meses atrás; pocos puntos separarían a los concernidos, considerando además que, según la encuesta, existen cerca de 50% de indecisos (“no saben” + “no responden”) y que el alcalde conoce una alta tasa de opiniones negativas, a la gran diferencia de sus rivales más cercanos. La pelea para la alcaldía arriesga ser muy reñida.
Es importante re contextualizar la situación de la ex alcaldesa de Antofagasta, hoy en detención en el Centro de acogida de solicitantes de asilo del pueblo de Ter Apel en los Países Bajos para entender un poco más la influencia que puede tener lo últimamente sucedido. Recordemos que la Corte Suprema de Chile condenó, el 23 de marzo del 2022, a Karen Rojo a una pena efectiva de cinco años y un día de presidio por el delito consumado de fraude al fisco, cometido durante su administración como alcaldesa, entre octubre de 2015 y agosto de 2016. Según acreditó Fiscalía, Rojo había usado recursos de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Antofagasta para pagar servicios de una agencia de comunicaciones para fines personales, de cara a su reelección. Se trata de la firma Main Comunicaciones perteneciente al cientista político José Miguel Izquierdo, cercano del ex presidente Sebastian Piñera. La ex alcaldesa se fugó del país el mismo día que fue pronunciada por parte del tribunal supremo la sanción en su su contra, ese mismo 23 de marzo 2022, embarcándose en un vuelo de la aerolínea KML que la llevó hasta Países Bajos. El día siguiente, el 24 de marzo, la Oficina Central Nacional de Interpol Santiago emitió una alerta roja internacional para solicitar la detención de la exalcaldesa. Esa detención ocurrirá algunos meses después, en la ciudad de Ámsterdam; la Fiscalía de Antofagasta informando el 13 de julio del 2022 que Rojo fue detenida en Países Bajos. A partir de ese mismo momento, Karen Rojo inició los trámites para solicitar asilo político en el país europeo. Entre los principales argumentos que utiliza la defensa de la edil, se alude a la autopercepción de ser perseguida políticamente ”, ya que su pena de fraude al fisco fue exacerbada -en Países Bajos el mismo delito correspondería a una multa- además de sostener que las cárceles nacionales chilenas no contarían con las condiciones mínimas humanitarias para su reclusión. Como lo señalo el doctor francés en derecho público y juez en Francia en temas de asilo político, Pierre-François Laval; en una entrevista a Antofagasta TV, en julio 2022, cuando se le interrogó sobre la gestión administrativa que estaba realizando la ex alcaldesa; el asilo político se puede pedir cuando alguien es perseguido por motivos de pertenencia a una etnia, a una minoría, cuando una persona es perseguida por razones políticas, cuando se puede alegar una falta al debido proceso penal, cuando también se puede aludir a sospecha grave de que la persona concernida si vuelve al país va a ser víctima de violaciones a los derechos humanos; privada de vida -como la pena de muerte-; todos esos casos de figuras pueden ser requisitos para una demanda de asilo. El doctor, especialista en materia de asilo, en la misma entrevista, indica tajantemente queal final quien decide, quién tiene la última palabra, es el Estado, en este caso Países Bajos. Evidentemente ella tiene todo el derecho a pedir esto, pero quien define, quien decide al final, es el Estado”… y el profesor estimaba en ese entonces que objetivamente la ex edil no cumplía con los requisitos para otorgarle el asilo político. Por eso cabe señalar que en marzo 2023, conforme a lo indicado por el académico, que el Tribunal de Rotterdam declaró admisible la petición de extradición (protagonizada por el Estado de Chile) en primera instancia, por lo que la defensa de la exalcaldesa de Antofagasta Karen Rojo presentó inmediatamente un recurso contra esa resolución. Ahora, este último miércoles, 22 de noviembre, la extrema derecha ganó las elecciones legislativas en Holanda y el Partido de la Libertad (PVV), fundado y dirigido por Geert Wilders, nacionalista y anti musulman, se convirtió en la principal fuerza política del país, logrando la obtención de 35 escaños en el parlamento, ante los 26 de los sectores de izquierda y los 23 del centro derecha. Geert Wilders, 60 años, quiere luchar contra lo que él llama la invasión musulmana. Organizó concursos de caricaturas de Mahoma, lo que le llevó a vivir bajo protección policial. En relación con lo mencionado por nosotros anteriormente, se debe saber que Geert Wilders no promete inmigración cero, porque considera que cero ya es demasiado. Quiere obtener un saldo migratorio negativo. Para lograrlo, quiere restablecer estrictos controles en en todas las fronteras del país, y expulsar a los inmigrantes ilegales y a los solicitantes de asilo sirios y otros. Lo indica explícitamente en su programa electoral. Por ende, sin duda alguna, sabiendo que la justicia es independiente pero también considerando que en el otorgamiento (o no) de un asilo político hay un claro aspecto administrativo, se debe considerar que hoy en día, en el ambiente que conoce Países Bajos, revertir la decisión del Tribunal de Rotterdam, que dio visto bueno a la demanda de extradición por parte el Estado de Chile y que concierne Karen Rojo, se transforma en una tarea muy difícil y más bien podríamos ver un aceleración del procedimiento de un casi seguro regreso de la ex edil a nuestro país, o más precisamente a una cárcel chilena. La perspectiva de tener una decisión favorable para ella se ve totalmente disminuida después de lo sucedido electoralmente en Países Bajos este miércoles. Hoy, sus días en el centro de acogida de solicitantes de asilo del pueblo de Ter Apel se pusieron muchos más tenso. Pero no solo para ella, sino para todos los que están pidiendo asilo y que están en la espera de una respuesta. Salvo que la ex alcaldesa ya tiene en su contra una decisión por parte de un tribunal holandés. Desde julio 2022, el Poder Ejecutivo chileno, a través la voz de su Subsecretaria de Relaciones Exteriores de entonces, Ximena Fuentes, habían ya señalado que existe una permanente coordinación entre las instituciones chilenas y de Países bajos a propósito del caso de la ex alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo. Revisa la entrevista realizada por Antofagasta TV a Pierre-François Laval, juez en Francia de la Corte Nacional del Derecho al Asilo.